124. Los que se te pegan a tu vida

#AmoresTóxicos

Los amores chicle

Hay personas, en un principio amables, que se van metiendo en tu vida de forma sigilosa. Se ofrecen generosamente a acompañar tus tiempos y a cohabitar tus espacios. Son predispuestas y siempre listas a servirte de soporte para todo lo que necesites. Pero claro, llega un momento en que empezás a sentir cierta incomodidad, cierto malestar en tus espacios de intimidad. Tratás de decirlo gentilmente, y el otro acude a que no le cuesta nada, que es un placer estar con vos y bla bla bla. Luego de un tiempo le decís que ya está bien, que vos necesitás tus propios tiempos y que la intimidad y los momentos para uno bla bla bla. Cuando te querés dar cuenta tenés una persona pegada como un chicle a tu vida cotidiana.

Las personas lampreas

Los hiperoartios son un tipo de peces sin mandíbulas, conocidos vulgarmente con el nombre de lampreas, tienen el cuerpo gelatinoso, cilíndrico, sin escamas y muy resbaladizo. Se parecen a una anguila. En el último libro de Haruki Murakami llamado “Hombres sin mujeres” hay un cuento que se llama Sherezade. Se trata de una mujer que va a visitar periódicamente a un tipo que prácticamente no sale de su casa. Le lleva víveres, hacen el amor y antes de irse, ella le cuenta alguna que otra historia. Un día, le dice: -Yo, en mi vida anterior, fui una lamprea. Y le pregunta si él sabe como una lamprea se come a una trucha. Ante el desconocimiento del muchacho, ella le explica la diferencia entre una anguila y una lamprea: “Las anguilas normales tienen mandíbulas y dientes. En cambio, las lampreas no. En vez de boca tienen una ventosa. Con ésta se adhieren a las piedras que hay en el lecho de los ríos y los lagos y se mecen boca abajo. Como si fueran algas.

lampreaTambién le explica que las lampreas se ocultan entre las algas y que cuando pasa una trucha, salen propulsadas y se le pegan al vientre con la ventosa. Y es ahí donde comienzan a transformarse en una especie de sanguijuela. Dice Sherezade: Dentro de la ventosa tienen una especie de lengua dentada que utilizan a modo de lima para hace un agujero en el cuerpo del pez e ir devorándolo de a poco.

Comprate un vida

Vos fijate como una simple anguila inofensiva puede llegar a convertirse en una dulce depredadora. De hecho, hay personas que son como pulgas subidas a la rama de un árbol esperando al próximo perro. Tener vida propia no te garantiza tener un buen amor, pero te salva de andar mendigando un poco de afecto. Mucha gente asocia la felicidad con vivir en la vida del otro, como una especie de camaleón que anda buscando colores impropios para ocultar sus grises cobardes. Si querés vacaciones armá tu propia maleta y no andes buscando jabones y remeras en la maleta del otro. Todo lo que te propongas parte de vos mismo, subirse al carro del vecino te hace correr el riesgo de que te lleve a un lugar donde nunca elegirías ir.

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