23. El después del amor

“Dolido: Imaginándose muerto, el sujeto amoroso

ve la vida del ser amado continuar como si nada hubiera ocurrido”.

(Roland Barthes, “Fragmento de un discurso amoroso”)

 

Listo, ya fue. No da para más, cada cual a su cucha.

Todos esos lindos momentos compartidos, esas vacaciones, la noche que amanecieron por primera vez, el día que ella usó tu camisa, la tarde que él te dio de fumar. Cuando te hiciste el macanudo con su abuela, cuando le llevaste la chocotorta a la madre para el cumpleaños. La mañana que corrieron a la farmacia para comprar la pastillita, la noche que ella te dijo que “todos estamos solos”. El día que le dijiste que no te enamorabas así porque sí. Los muditos, la taquicardia y el siestero. Hablar del futuro, coincidir en los proyectos, fantasear con una familia. La primera vez que cocinaron juntos, aquel concierto y aquella película. El día que tu amigo te dijo que ella era recopada, el día que tú amiga te dijo que él era un dulce. La pelea adentro del auto… la reconciliación. Continuar leyendo

15. Las peleas navideñas

Las bolas por el piso

Las navidades son la excusa para hacer circular los conflictos. La semana previa los vínculos familiares y amorosos son un hervidero. Dónde pasarla y con quién, es un tema crucial que suele generar algunas culpas y arrepentimientos. Afloran sentimientos cercanos a la traición y al fraude donde las familias más tradicionales no perdonan una ausencia y entienden a la reunión del clan como una toma de rehenes. Sólo con decisiones salomónicas pueden disfrutarse las fiestas a pleno. Los conflictos navideños, ante todo, son conflictos con uno mismo que hacen tambalear el arbolito haciéndolo caer y dejando todas las bolas desparramadas. Continuar leyendo