116. El arrastrado

Querida Nacha:

                                  Disculpame que te escriba, pero ya no sé cómo acercarme a vos. El tiempo se detuvo hace muchos días y ando como un tonto. Me cuesta estar despierto, y a la mañana lo único que espero es que se haga de noche para tomarme una pasti y dormirme con la esperanza de soñarte. Continuar leyendo