¿El Infierno de Estambúl? No, el Morumbí de Mataderos

#AscensoRock

Nueva Chicago tiene corazón, un DT ambicioso, utiliza la presión de la gente a su favor, está entero físicamente y tiene referentes con hambre de gloria que contagian a los juveniles para marcar el camino del regreso a la BN. Sus tribunas explotan y unidas en un grito transforman la República de Mataderos en un reducto invulnerable

CHICAGO LOMAS

El árbitro ya marcó el final. Brazos arriba, triunfo de campeón y un estadio al rojo vivo.

El estadio del Galatasaray de Turquía tiene una capacidad máxima para 24 mil aficionados, aunque el equipo local nunca juega con menos de 30 mil en las gradas. Las reglas de la UEFA son violadas sistemáticamente ya que pese a la prohibición se encienden bengalas y fuegos artificiales; las tribunas están pegadas al campo e intimidan a los jugadores rivales. Ningún equipo quiere ser visitante en el Infierno de Estambúl, donde da la sensación que cada embate local terminará en gol o que el próximo encendido de pirotecnia hará volar todo por los cielos. Así de explotable y volátil es la casa del equipo turco, para #AscensoRock, algo similar a la del líder de la B Metropolitana.

Nueva Chicago logró cambiar el rigor de las canchas duras del ascenso, en mal estado, para jugar en suelos imaginarios de primer nivel europeo. La versión 2014 que conduce Pablo Guede da la sensación de estar por momentos en presencia de un partido del Barcelona en Camp Nou por la inteligente posesión del balón y precisión en los pases; en otros tramos traslada a sus hinchas al imaginario “Teatro de Los Sueños” de Manchester; y si la mano viene brava tiene la capacidad de convertir su estadio en un infierno idéntico al turco para ganar de guapo.

chicago tribuna

Nunca jugarás en silencio prometen los del Torito, que sin importar día y horario en multitud respaldan a su equipo

El muro construido por los defensores en los últimos seis partidos sin recibir goles es traspasado en sólo 12 segundos de juego para dejar sin invicto el arco de Daniel Monllor y después de la media hora una falla humana de Matías Escudero dejó  mano a mano al “Chipi” Vera para que propine la segunda cachetada en la República de Mataderos. Los Andes ganaba 2-0 y era responsable de la primera pesadilla del año para los militantes de la raza verdinegra. Pero el Morumbí se puso de pie, se convirtió en una hoguera. Se revolearon algunos bifes afuera y Montenegro calmó las ansias antes del descanso tras un desvío de cabeza de “Gomito” Gómez.

En el descanso, Guede avisó que no había nada que perder. Estaba decidido a arriesgar y se lo hizo saber a sus jugadores. Ellos respondieron con una demostración perfecta de carácter, corazón y hambre de ganar. Durante la última media hora, sólo dos defendían mano a mano con los delanteros “Milrayitas”. El resto, iba en busca de la gloria. La cancha se inclinaba, el empuje de la multitud hacía trabar a Melo, un pibe de 17 años, como si fuera la final del mundo. Y los viejitos tenían guardado resto para el final.

El “10″ seguía trabando con la cabeza y lograba asistir de manera fantástica a Isaac Acosta para que desarme el arco de Maximiliano Gagliardo y establezca el empate 2-2 a poco de terminar. Y Montenegro, después de avisar dos veces, ganó un penal a los 47 del tiempo adicional. La pena máxima claro sería responsabilidad del capitán. “Gomito” se paró frente al arquero de Lomas y con clase definió a un costado para hacer rugir a un barrio y llevar a su equipo a la cima del cielo. Bueno sí, ya se que esa frase corresponde a Ricardo Montaner y está más cerca de ser cover de Agapornis que filtrarse en #AscensoRock, pero encaja bien…

Christian Gómez, a los 39 años, se pone el traje de Lionel Messi para eclipsar al Chelsea de José Mourinho y al Real Madrid de Cristiano Ronaldo en pleno martes de Champions League. Sí, aunque parezca sábado es un martes laborable a las 3 de la tarde y la cancha está a punto de explotar. El “Torito” no defrauda y da un paso más, consigue escaparse de Atlanta y hasta lograr un mayor porcentaje de puntos que el Bayern Munich de Pep Guardiola, el actual mejor equipo del mundo, luego de nueve triunfos y un empate en sus últimos 10 juegos.

Desde el desconocimiento del gran público y de los propios hinchas, un cuerpo técnico que nació como interino diseñó un plan perfecto en base a trabajo, esfuerzo, motivación y audacia para transformar al equipo de Mataderos en el candidato de todos. Logró devolverle la identidad en su casa, donde el lema dice que nadie puede pisotearle la cabeza al “Toro”.

gol de acosta

Victor Isaac Acosta le rompe el arco al arquero de Los Andes y el partido estaba 2-2

Durante años, cualquier equipo hizo pata ancha allí, más aún cuando los propios se dividían cantando hasta tres canciones al mismo tiempo en momentos de total confusión. Así y todo, un milagroso ascenso conseguido en 2012 significó el punto de partida en medio de un club inestable. El club desangraba por sus internas, pero en medio del caos un grupo de jugadores se cargó los problemas del club al hombro junto a un par de dirigentes que se quedaron a poner la cara y le dieron una alegría a su gente.

Sin embargo, la estadía en la B Nacional no era sustentable. Cometió errores y perdió la categoría rápidamente. Renunció a su historia, no presentó batalla. Cayó rendido a la lona una vez más, pero se levantó con ganas de revancha. Mostró intenciones de revertir la historia y el primer paso lo dio contratando a un técnico serio de la categoría y siempre protagonista como Mario Finarolli, que reconstruyó al plantel y con una filosofía menos ambiciosa lo dejó en la pelea. Aunque decidió marcharse ante las críticas.

Hoy, Chicago es un equipo que parece haber escapado a la mediocridad del fútbol argentino donde ningún equipo logra ganar cuatro partidos seguidos para insertarse en un mundo irreal, más parecido a una ficción que a la realidad, a un sueño del que ninguno pretende despertar. Por eso es válida la comparación europea, aunque en el fondo todos saben que Agustín Farías no es Bastian Schweinsteiger, El “Lobo” Montenegro no es Robin Van Persie, Daniel Monllor no es Gianluigi Buffon, Germán Lanaro no es John Terry, ni en Mataderos juega Super “Gomito” Gotze. Chicago sigue siendo el mismo guapo del barrio y tiene derecho a seguir soñando.

GOMITO PENAL

Christian Gómez ya engañó a Maxi Gagliardo para celebrar un nuevo triunfo en la agonía del juego

Por Emiliano Lentini / ascensorock@frecuenciazero.com.ar

Video: Sentimiento Verde y Negro / Fotografías: Mundo Chicago, Prensa Chicago y Glorioso Chicago