La edición de un texto

#AsíSeEscribe

Una de las acepciones de “editar”, según el Diccionario de la lengua española, es “adaptar un texto a las normas de estilo de una publicación”. Cuando terminamos de escribir, y luego de corregir, es también importante considerar la presentación, que también forma parte del proceso de escritura.

Atender a la edición de un texto, además, se relaciona con la legibilidad, porque una puesta en página cuidada, seguramente, ayudará al lector a comprender mejor el mensaje.

Algunos consejos:

-        Prestar atención a las palabras que deben llevar cursivas o itálicas, versales o negritas. Más allá de la normativa, muchas veces los diferentes tipos de letras sirven para destacar alguna parte o para facilitar la lectura.

-        Aprovechar los diferentes tamaños de las letras. En general, el tamaño se relaciona con la disposición de títulos y subtítulos, y con la gradación según su importancia.

-        Decidir si vamos a usar o no sangría. La sangría –empezar un renglón más adentro que los otros– no es obligatoria en un texto, pero si no la usamos, necesariamente tendremos que separar los párrafos con un espacio mayor que el que separa cada línea, de modo que el lector no perciba un bloque de texto uniforme. Un escrito con buen interlineado y separación entre párrafos predispone mejor a la lectura.

-        Elegir el interlineado que más convenga, así como la separación entre título y texto, o entre texto y el título o subtítulo siguiente.

-        Atender al tamaño de los márgenes.

-        Revisar la estructura de los párrafos.

-        Corregir las citas bibliográficas y la redacción de las notas al pie –en caso de que las hayamos usado– siguiendo un criterio uniforme.

-        Cuidar la redacción de las viñetas de acuerdo con las pautas que se detallan en el apartado siguiente.

Escritura correcta de viñetas

Según Estilo. Manual para los nuevos medios de la Fundéu, hay algunas normas necesarias a la hora de elegir las viñetas:

- Vigilar su extensión. Las listas demasiado largas pierden sentido. Seis elementos sería un límite razonable.

- Seguir el mismo patrón en todos los elementos. Estos pueden ser palabras sueltas, frases o párrafos breves, pero siempre con la misma construcción gramatical, y presentados de forma idéntica.

- Hacer una introducción eficiente. Por ejemplo, si las mismas palabras aparecen en cada elemento, seguramente podrán emplearse en la introducción para evitar su repetición.

- Coordinar la introducción con los elementos de la viñeta. La introducción puede y suele hacerse con una oración incompleta, en cuyo caso cada elemento debe encajar al final de esa oración dándole sentido. No se recomienda elegir esta fórmula cuando algún elemento esté constituido por más de una oración.

- Saber cuándo usar números. Solo debemos numerar si realmente queremos indicar que los puntos se suceden en determinado orden o que existe alguna jerarquía. De lo contrario, podemos confundir al lector.

Normas de puntuación

- Cuando los elementos de una lista no son oraciones, se usan minúsculas al comienzo de cada uno (salvo nombres propios) y no se colocan signos de puntuación al final.

- Si los elementos son oraciones completas, se puntúa como corresponda.

- Cuando la introducción a la lista es una oración incompleta, esta se termina con dos puntos (:), y cada elemento enumerado comienza con minúscula. Tras cada uno de ellos, puede usarse el punto y coma (;), salvo en el último, que terminará con punto (.).