El “se” impersonal y el “se” pasivo

#AsíSeEscribe

Algunas palabras parecen insignificantes, lo que no garantiza que sean fáciles de usar. Una es el pronombre se, al que solemos prestarle poca atención pero que genera algunos errores, especialmente cuando confundimos las oraciones impersonales con las pasivas reflejas.

En las oraciones impersonales, llamadas así por carecer de sujeto gramatical, la forma se precede siempre a un verbo en tercera persona del singular. Esta construcción puede darse:

-con verbos intransitivos: Se trabaja mejor en equipo;

-con verbos copulativos: Se es más feliz sin responsabilidades;

-con verbos transitivos que llevan complemento directo de persona precedido de la preposición a: Entre los gitanos se respeta mucho a los ancianos;

-con verbos en voz pasiva: Cuando se es juzgado injustamente, es necesario defenderse.

No debe ponerse el verbo en plural cuando la oración impersonal lleva un complemento directo plural, pues la concordancia de número solo se da entre el verbo y el sujeto, y no entre el verbo y el complemento directo; así, es incorrecto decir Se vieron a muchos famosos en la fiesta*, en lugar de Se vio a muchos famosos en la fiesta.

Tampoco es correcto hacer concordar el verbo de la oración impersonal con otro tipo de complementos preposicionales: En la reunión se hablaron de temas importantes* (en lugar de se habló de temas importantes).

En las oraciones de pasiva refleja, en cambio, la forma se precede a un verbo en forma activa en tercera persona (singular o plural), junto al sujeto gramatical, que suele ir pospuesto, y que suele denotar cosas o acciones, o personas indeterminadas: Se hacen fotocopias; Se supone que ibas a venir; Se necesitan secretarias bilingües. Si el sujeto lleva determinante o es un pronombre, puede ir antepuesto: Las fotocopias se hacen en máquinas especiales; Al final, todo se sabe. Por tratarse de una forma de pasiva, solo se da con verbos transitivos, y el verbo irá en singular o en plural según sea singular o plural el elemento nominal que actúe de sujeto: Se alquilan bicicletas; Se alquila un departamento.

Las oraciones de pasiva refleja tienen el mismo sentido que las oraciones de pasiva perifrástica (las construidas con «ser + participio»): En la reunión se discutieron todos los temas pendientes = En la reunión fueron discutidos todos los temas pendientes. Pero mientras la pasiva perifrástica admite con naturalidad un complemento agente (que se corresponde con el sujeto de la acción en la construcción activa), la pasiva refleja no lo lleva; así, lo normal es decir Los departamentos se vendieron en poco tiempo, pero Los departamentos fueron vendidos en poco tiempo por agentes inmobiliarios.

Entonces, una buena manera de reconocer una pasiva refleja es transformar la oración en pasiva perifrástica. Si admite el pasaje, el verbo deberá ir en plural o en singular; si no lo admite el verbo será invariable.

Para resumir, ¿se dice se venden casas o se vende casas? Aunque tienen en común el omitir el agente de la acción, conviene no confundir las oraciones impersonales y las oraciones de pasiva refleja. La confusión puede darse únicamente con verbos transitivos, pues son los únicos que pueden generar ambos tipos de oraciones: Se busca a los culpables (impersonal) / Se buscan casas con jardín (pasiva refleja).

Para evitar la ambigüedad se fue extendiendo la práctica de anteponer al sustantivo de persona la preposición a, cuando la oración debía interpretarse como pasiva refleja: Aquí se vacuna a los niños en edad escolar. Así pues, las oraciones impersonales nacen solo referidas a persona.