Los escritores experimentados y los escritores novatos

#AsíSeEscribe

¿Qué diferencia a un escritor que recién se inicia de otro que domina la escritura? Tomando como base a aquellos que teorizaron sobre los procesos cognitivos a la hora de escribir, podemos aprender cómo conseguir una mayor eficiencia al enfrentarnos a la hoja en blanco.

Básicamente, los escritores experimentados se diferencian de los novatos o aprendices por la forma como utilizan los procesos de planificación, textualización y revisión:

 

      ESCRITORES EXPERIMENTADOS            ESCRITORES NOVATOS
Su composición es planeada, reflexiva y autorregulada: consiste básicamente en tener en cuenta el género y la audiencia; estos escritores tratan de transformar lo que saben en una buena retórica discursiva.   No se detienen demasiado en la actividad de preescritura, no generan mucho contenido, ni responden a la exigencia de organización textual global, a las necesidades del lector o a las exigencias del tema.
Se proponen lograr un estilo cohesionado.   Al no poder organizar adecuadamente los conocimientos, tienden a escribir textos más cortos, con poca riqueza conceptual, lo que se denomina estilo segmentado.
Conciben la revisión como una actividad que, en esencia, involucra al texto como una totalidad, como un acto complejo de solución de problemas. Se produce, entonces, una transformación del conocimiento.   Perciben la tarea como una actividad superficial porque centran sus correcciones en lo simplemente normativo.

 

Por supuesto, existen estrategias  que nos acercan al grupo de los escritores experimentados y que podemos aplicar en cada uno de los procesos mencionados.

Antes de la escritura:

- Tener claro el objetivo de nuestra escritura.

- Construir ideas acerca del contenido del texto y relacionarlas con nuestros conocimientos previos.

- Tomar conciencia sobre algunas cuestiones básicas: ¿para quién estoy escribiendo?, ¿qué tipo de texto quiero escribir?, ¿por qué escribo?

 Durante la escritura:

- Identificar las dificultades que impiden expresar las ideas.

- Utilizar palabras, oraciones y párrafos buscando realmente comunicar.

- Asegurar la coherencia y la cohesión del texto.

- Seleccionar ideas principales y secundarias.

 Después de la escritura:

- Analizar la calidad del contenido: amplitud, riqueza, profundidad y precisión de las ideas.

- Revisar la organización y la presentación del contenido: estructura del texto y de las unidades que lo componen.

- Confirmar o rechazar el estilo de la escritura: adecuación a la audiencia y a la finalidad.

- Corregir aspectos morfológicos, sintácticos, léxicos y de ortografía.

Reelaboración a partir de: “El enfoque cognitivo de la escritura…”