Por: Sebastián Sette
Hay muchos misterios alrededor de esta música tan bonita, pero sin dudas uno de los que mas acongojado me tuvo y me tiene, es no entender el porque la mayoría de esta gente ha dejado esta vida con pobreza y sin el reconocimiento que se merece.
Willie Johnson nació el veintidós de enero de 1897 en el estado de Texas, ubicado en el preciosísimo sur de los Estados Unidos de América. Tuvo una infancia un tanto turbulenta junto a su padre golpeador y una madrastra un poco intolerante, y las discusiones entre estos (generalmente por celos, engaños y bebida) culminarían en que la señora le arrojara lavandina al joven Willie, alejándolo para siempre del sentido natural de la vista.
A la edad de cinco años se construyó su primera guitarra con cajas de cigarrillos (Sí, sé que es difícil de creer, yo deje de preguntármelo hace mucho tiempo. La única respuesta que se me viene a la mente es “son negros”). Su padre obligaba al pequeño Willie junto con su guitarra y su potente voz a cantar en las esquinas para que se ganara algunas monedas y así poder alimentar a su familia y darle de beber a su padre. Y no es sorpresa alguna que a pesar de ser uno de los músicos más influyentes en la música contemporánea, este muchachito ha nacido, vivido y muerto en la pobreza.
Blind Willie Johnson
Lleno de vida, amor y rebelión en su voz, trató de llevarle alegría a todos los hombres desde las pequeñas esquinas de Texas y Nueva Orleans. Su guitarra de doce cuerdas y su filoso “cuello de botella” repleto de ansias de vivir lograron llamar la atención de un policía malintencionado, el cual golpeó y arrestó al joven Willie, porque este creyó que era provocador con su manera de tocar y cantar. Una excusa más de los blancos para intentar apagar el talento de la gente de color.
A fines de la década del veinte y principios de la década del treinta, grabó un puñado de canciones (tan sólo treinta) para el sello discográfico Columbia, y lo increíble es que con tan poco marcó la carrera de grandes músicos de hoy día, entre ellos podemos encontrar a Bob Dylan, The Who, Nina Simone, Bruce Springsteen, Grateful Dead, Led Zeppelin, siendo estos últimos los que han utilizado algunos fragmentos de sus canciones para convertirlas en propias (cosa muy común en el Sr. Page), como por ejemplo Nobody’s Fault But Mine. Y como si esto fuera poco algunos grandes músicos del delta han grabado sus canciones, entre ellos podemos encontrar al mismísimo Eddie James, más conocido como Son House.
Un maldito día de 1945 la casa de este humilde ser superior ardió toda una noche bajo las llamas de un fuego intenso, tan o más indomable que su voz. Y como no tenía a donde ir, sin su amada guitarra y sus bolsillos vacíos siguió viviendo en lo poco que quedaba de su casa, y una noche de lluvia durmiendo en las ruinas de lo que era su hogar, enfermó de neumonía y a los pocos días, joven y pobre, Blind Willie Johnson murió.
Disco de oro “The Sounds of Earth”. Contenía imágenes y sonidos representativos del planeta Tierra.
Él se encargo desde cada esquina del sur en darle a los humanos una pizca de alegría con su bella música, esa era su tarea mas allá de la remuneración merecida. Él así era feliz. Ayudando al prójimo con su música. Tal es así que en 1977 la NASA envió una nave al espacio exterior, donde se encontraban diversos elementos culturales y representativos del planeta tierra. El motivo de este envío al espacio fue para que seres de otros planetas puedan aprender de nuestra cultura y conocer un poco como vivimos. Dentro de esta nave se encontraba un disco de oro llamado “The Sounds of Earth” con algunas canciones, y entre ellas Dark Was the Night, Cold Was the Ground del magnífico Blind Willie Johnson.
En el 2004 esta nave salió de la órbita del sistema solar, quien sabe cuantas otras civilizaciones serán inspiradas y salvadas gracias a la música de este maravilloso hombre.