Por: Nicolás Mavrakis
Autor #4
Nombre: Mariano Terdjman
Edad: 32
Libro: ¿Vos estás segura de lo que vamos a hacer? (Letra Viva, 2012)
Temas: Humor. Situacionismo.
Por qué hay que leerlo: Los relatos de Mariano Terdjman trabajan el equívoco en clara sintonía con la sit-com norteamericana popularizada en las últimas décadas a través de la televisión e internet. Los recortes espaciales pueden ser urbanos o íntimos, casi siempre ligados a ciertas figuras costumbristas, pero es el estilo aquello que los convierte en background escenográfico para una situación que comienza, se desarrolla y se resuelve a través del lenguaje, casi como un gag.
En tanto herramienta humana fallida, en tanto dispositivo lingüístico incapaz de articular el absoluto de fantasías, realidades, sospechas y deseos que constituyen la experiencia humana, ese lenguaje en ¿Vos estás segura de lo que vamos a hacer? explora con un logrado trabajo con el diálogo humorístico el inevitable desplazamiento entre aquello que quiere decirse y aquello que efectivamente se dice. Pero no bajo la geografía previsible del lapsus psicoanalítico, ni bajo la cursilería de la metáfora poética, sino bajo la certeza elemental de que ante la imperfección humana sólo puede restar una elegante y satisfactoria risa.
¿Por qué leer ¿Vos estás segura de lo que vamos a hacer? en el futuro?
Porque es un libro fresco, como una cálida noche de verano (aunque no tan cálida). Porque los lectores me dicen que lo disfrutan, que se sorprenden y que se ríen. Porque lo escribí con ansiedad. Porque no pensé, al escribirlo, más que en el presente. Porque casi no pensé al escribirlo, y siempre se agradece (o yo siempre agradezco) que el autor no sea más que un testigo privilegiado. Porque sí. Porque la pasás bien cuando lo leés. Porque es un libro honesto.
¿Papel o bytes?
El libro es una cruza de ambos: nos soy un fiel lector de blogs ni gran seguidor de lo que ocurre en la web, pero es cierto que el ritmo, la velocidad y el tamaño de los relatos (que en general no sobrepasan las 5 páginas), le deben mucho a la mezcla. Empecé a escribir un blog y las reglas implícitas de estos artefactos rezan algo así: textos cortos, cotidianos, veloces, atrapantes, reales (o que puedan simular ser reales). Con estas nuevas armas, fui armando una serie de relatos que conjugan la inmediatez de bytes con la narración un poco más estructurada del papel. No creo que se pueda elegir. No podemos escribir como en la década del 80 ni la del 90. Tenemos la obligación de ser modernos.