El cine argentino de terror viene abriéndose paso. Con un festival temático que este año cumple quince ediciones -el Buenos Aires Rojo Sangre- y con cada vez más caras conocidas en roles protagónicos (Agustina Lecouna y Mauricio Dayub en La segunda muerte, Viviana Saccone y Luis Machín en Necrofobia 3D, ámbas estrenadas este año), el género pasó de la militancia de algunas productoras independientes -con Farsa como abanderada- a figurar con frecuencia en la cartelera comercial y en muestras internacionales. Este reconocimiento es mérito de la solidez de un grupo de películas recientes, entre las que se puede mencionar a El día trajo la oscuridad, estreno de hoy.