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“Cada apego fuerte genera un temor igualmente fuerte a no poder conseguir
lo que se quiere o a perder lo que ya se ha ganado” Yongey Mingyur Rinpoche

imagesPLCL5619Según mi familia, siempre me caractericé por decir frases que dejaban anonadado a más de un adulto. Cuando tenía 3 años estaba en el supermercado con mi abuela, quien se encontraba haciendo algunas compras. El negocio estaba atestado de personas que compraban, compraban y compraban. Mi abuela me vió parada entre medio de las góndolas y me preguntó “Agostina, qué te pasa?” Mi respuesta fue simple y sencilla, luego de ver toda esa gente “loca por comprar” dije “RICO ES EL QUE NADA NECESITA“…

Cuenta una historia que un hombre anciano había comprado un billete de lotería que como premio pagaba más de cien millones de dólares. Poco después, el hombre cayó internado en un hospital con una grave enfermedad y no tuvo chance de fijarse en los resultados del juego.

Su esposa y sus hijas, quienes conservaron el billete, vieron que había salido ganador y salieron corriendo rumbo al hospital a contarle a este hombre la buena nueva. En el camino se encontraron con su médico, quien les recomendó que no le dieran la noticia ya que podría afectarle en su estrés, causándole la muerte. Por su puesto, la esposa y sus hijas no dudaron en preservar esta información para que fuera el médico quien se encargara de contarle a su paciente que era el ganador de la lotería de una forma suave y lentamente para no emocionarlo demasiado.

El médico entró a la habitación a ver a su paciente, mientras la esposa y sus hijas esperaban afuera. Comenzó haciéndole todo tipo de preguntas acerca de cómo se sentía y finalmente le preguntó si alguna vez había comprado un billete de lotería…

El anciano contestó que sí, que había comprado uno antes de caer internado en el hospital, a lo que el médico le preguntó “Y cómo se sentiría si saliera ganador?”

El anciano dijo “Por supuesto estaría bien, sino también. Estoy viejo y enfermo así que no viviré mucho más. No me importa si gano o no gano”

El médico le dijo “No es posible que piense eso! Si verdaderamente saliera ganador se emocionaría, no cree?”

“No”, dijo el anciano, “De hecho con todo gusto le daría la mitad a usted si pudiera hacerme sentir mejor”

El médico se sonrió. El anciano insistió “Hablo enserio! Si me ganara la lotería le daría la mitad a usted si pudiera hacerme sentir mejor”

Nuevamente el médico se sonrió y en broma le dijo al anciano “Por qué no escribe una carta en donde diga que me dará la mitad?”

“Por supuesto”, dijo el hombre, tomando una hoja y redactando una carta formal en donde decía que la mitad de su fortuna sería para el médico. Al finalizar la carta, la firmó y se la entregó al médico.

Cuando el médico leyó la carta se emocionó tanto ante la idea de recibir tanto dinero que cayó muerto ahí mismo.

Al ver caer al médico el anciano comenzó a gritar, al oir la conmoción la esposa y sus hijas creyeron que el anciano no había resistido la noticia y sus sorpresa fue inmensa cuando ingresaron a la habitación y vieron que quien había muerto por la emoción era el médico!

lo-mejor-de-la-vidaMientras en el hospital intentaban revivir al médico, la esposa e hijas del anciano le contaron que había ganado la lotería, para su sorpresa, el hombre pareció no emocionarse demasiado y semanas después se recuperó y fue dado de alta. Ciertamente estaba feliz de poder gozar de su nueva riqueza, pero no estaba tan apegado a ella. El médico, en cambio, estaba tan apegado a la idea de recibir tanto dinero y su emoción fue tal que su corazón no resistió el impacto y murió.

Todo apego trae sufrimiento, la meta más importante de nuestras vidas es ser felices. Que nada, ni la mayor fortuna, “nos nuble la vista” de lo que verdaderamente importa: tener una buena salud, un buen corazón y disfrutar de nuestros seres queridos… Es rico el que nada necesita!

Millonario no es tener dinero ilimitado, es tener una mente ilimitada de riquezas… Brindo por nuestra riqueza interior!

Que tengan una linda y enriquecida semana!

Agostina Fasanella
Coach Ontológico
Liderarte Consultora