3 poderosos principios que te ayudarán a iniciar un cambio en tu vida

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Como siempre digo, lo único permanente en la vida es el cambio. Nos guste o no el cambio es lo único que tenemos garantizado. Desde las cuestiones biológicas cambiamos la totalidad de nuestra piel cada siete años hasta nuestras formas de ver el mundo puede modificarse con el correr de los años ya que no pensamos igual a los veinte que a los treinta.

Es sumamente interesante porque el cambio es algo que no distingue edad, formación académica, ideologías, etc. Todos los seres vivos estamos permanentemente expuestos y muchas veces obligados a cambiar.

A pesar de todo esto, hay una parte de nuestro cerebro que se resiste al cambio porque tiene como lema “hacer poco y conseguir mucho”, es decir, su tarea radica en guardar procedimientos que han sido exitosos en el pasado ara utilizarlos cada vez que se presenta una situación similar. Esto resulta genial porque simplifica los procesos y los aprendizajes, pero también nos ata a hacer siempre lo mismo. En los casos que necesitamos resultados diferentes tenemos que aprender a encarar un proceso de cambio.

1. Enfocar el cambio.
Muchas veces tenemos la sensación que queremos cambiar. Esta sensación nace cuando no estamos a gusto con nuestra situación actual, entonces, sabemos que no queremos más lo que estamos viviendo, pero la mayoría de las veces no sabemos lo que queremos.
Es sumamente necesario, como decía Stephen Covey en su libro “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, comenzar con un fin en mente.
Saber hacia dónde querés ir facilita enormemente las cosas, dándote un abanico de acciones disponibles para que realices.

2. Salir de la zona de confort.
La frase “Más vale malo conocido que bueno por conocer” es tan chistosa como cierta. Muchas veces nos resistimos a aquello que tenemos por conocer porque nos resulta incierto. La contra cara de esto la tiene nuestro terreno de lo conocido, ya que, nos invita a movilizarnos en espacios ya transitados, que por tanto nos resultan familiares.

3. Ser perseverante.
El cambio no es una cuestión de fe. Nuestro cerebro necesita una serie de repeticiones conscientes para anclar el cambio. La perseverancia a la que me refiero es la de hacer, hacer y hacer. Como dijo Woody Allen “El 90% del éxito se basa simplemente en insistir”.

Y por último, agrego, tener conciencia que esto es un proceso. Según estudios, los cambios profundos de paradigma que involucran nuestra inteligencia emocional llevan, al menos, entre 4 y 6 meses.

Como decía Charles Darwin “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que se adapta mejor al cambio“.

¡Hasta la próxima!

Agostina Fasanella
Coach Personal y de negocios.
Liderarte Consultora

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