Reflexiones a 30 años de la democracia

#DerechoPolítico

Esta semana se cumplieron 30 años en que los argentinos elegimos vivir definitivamente en democracia. Haciendo un breve recorrido por estas tres décadas, donde transitamos por profundas crisis políticas, económicas y sociales, es tal vez nuestro mayor logro colectivo que nunca hayamos dudado en elegir a la democracia como el mejor y único sistema para solucionar nuestros problemas coyunturales.

La necesidad de efectuar un pequeño balance nos obliga a reforzar los conceptos de república, mayor participación, partidos políticos fuertes y liderazgos pluralistas y responsables.

En estos años seguramente todavía la sociedad no asuma plenamente la importancia del concepto de la república, que no es ni más ni menos que la división de poderes y el respeto a cada una de las atribuciones de esos poderes, sin que exista ninguna intromisión entre ellos. En ese ideal, el Congreso no puede ser la escribanía del Ejecutivo, éste no puede arrogarse constantemente facultades legislativas y todos deben respeto pleno a las decisiones del Poder Judicial, tanto para los privados como para el Estado.

Sobre la mayor participación, es necesaria y fundamental que la sociedad se involucre en la “cosa pública”, que sienta que con su participación la democracia se enriquece y que los cambios que se producen en la misma es fruto de ser parte, por cuanto la participación es el medio más efectivo para lograr las transformaciones.

Al abordar la temática de los partidos políticos es dable destacar que los mismos en la actualidad están vacíos de contenidos, no logran cristalizar las necesidades, las esperanzas y proyectar el futuro de la sociedad. La destrucción del sistema de partidos acrecienta los liderazgos mesiánicos y coyunturales en detrimento de la construcción de proyectos comunes que permitan un sano debate y competencia, pero con perfiles y proyectos de país bien definidos.

En conclusión, en estos 30 años de democracia tenemos que festejar pero también reflexionar, debe existir un compromiso de cada uno en buscar esos canales de participación que permitan fortalecer la república, el camino son los partidos políticos, sólo así se podrá pensar en un país con proyectos que nos permitan vivir en una plena democracia, lejos de los enfrentamientos y la crispación, en una república de diálogo y consensos.