Por: Rosario Bibiloni
La diabetes tipo 1 es el resultado de un auto ataque del sistema de defensas del organismo contra las células que producen la hormona insulina, por eso es una enfermedad autoinmune. El cuerpo diabético no cuenta con la ayuda de la insulina para que la glucosa penetre en otras partes del cuerpo y suministre energía. Los pacientes se tratan con insulina, pero la ciencia está en busca de que el propio cuerpo reemplace a las células enfermas.
El más reciente intento fue desarrollado por investigadores del Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental del Hospital Italiano de Buenos Aires y del Conicet, explicó Valeria Román en Clarín el último 8 de julio. Ellos encontraron un camino para que células tomadas de la piel de cuatro pacientes con diabetes tipo 1, se transformen en células similares a las del páncreas. Publicaron el trabajo en la revista PLOS One, y manifiestan que este mecanismo no modifica genéticamente a las células tomadas del propio paciente, ni necesita de células madre.
Fue una investigación de cuatro años en la que participó un grupo liderado por Pablo Argibay (autor del libro de divulgación científica “Cortar y pegar. Transplantes de órganos y reconstrucción del cuerpo humano”), junto con Federico Pereyra-Bonnet, María Laura Gimeno, Nelson Argumedo, Johana Cardozo, Carla Giménez, Sung Ho Hyon, Marta Balzaretti, Monica Loresi, Patricia Fainstein-Day y León Litwak. Tomaron una biopsia de 5 milímetros de la piel de los pacientes que se lavó con antibióticos, y con la ayuda de enzimas se separaron las células fibroblastos. Esas células se colocaron en medios de cultivo y se le agregaron compuestos como el factor liberador de insulina. De esta manera se indujo a los fibroblastos para que se conviertan en células pancreáticas. Hicieron experimentos y demostraron que las células obtenidas a partir de los fibroblastos se parecen mucho a las del páncreas, y en algunos casos producían insulina.
“Este trabajo abre una esperanza para usar las células de la piel como autotransplante. Lo negativo es que aún la eficiencia de producción de insulina es baja”, explicó Argibay. El mecanismo descubierto ya está en trámite para ser patentado y recibió varios premios del concurso Innovar, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. A partir del logro, los investigadores esperan mejorar la eficiencia y la seguridad de la metodología, y trasladarla a la producción de neuronas.
“Durante los últimos 20 años, se intentan crear nuevas células productoras de insulina que reemplacen a las que se pierden con la diabetes tipo 1. El equipo del Hospital Italiano y del Conicet desarrolló una nueva metodología en esa dirección. Pero hay que tener en cuenta que falta mucho para que los autotransplantes sean masivos”, opinó Marcelo Perone, del grupo Diabetes/Inmunología del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires, que depende del Conicet y de la Sociedad Max Planck de Alemania, que no participó en el estudio.
Recientemente en Estados Unidos, los científicos del Centro Médico de la Universidad de Columbia también lograron convertir células del intestino humano en otras células que producen insulina. Explican más información en la sección de novedades de su web, y además el estudio fue publicado en Nature Communications. ¡Parece que vamos por buen camino!
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