Gigante Romero

#EL1

Desde que fue convocado, a Romero no le fue fácil consolidarse en el arco de la Selección. Ser “EL” arquero de la Argentina no es una responsabilidad más.

Sobre todo cuando tenes en el mismo plantel a “unos” de la talla de Orión o Andujar y cuando en el torneo local hay excelentes profesionales (Saja, Barovero, por mencionar algunos)

Sin embargo, y a pesar de algunas criticas, Chiquito no aflojó. Paso a paso, fue ganándose un lugar y el respeto de la gente.

Frente a Holanda, le tocó tal vez, su partido más difícil -aún resta la gran final- pero hay que decir que estuvo no solo a la altura, sino que superó las expectativas.

Hay momentos en que la vida te pone a prueba, este fue para Romero, uno de ellos.

 

Se paró frente a los 12 pasos de los jugadores holandeses con la misma pasión con la que cualquiera de nosotros atajamos en cada cancha de papi, de once o siete. Sufrió, gritó y se emocionó como un arquero más.

Romero se convirtió en el héroe de la noche; un héroe humilde, agradecido y respetuoso de sus compañeros. Por el, la Argentina es finalista de la Copa del Mundo.

Gracias Chiquito, sos Gigante.