Las olas el viento y…Aikido

#ElArteDeLaPaz

Aprovechando los días de verano hice un viaje en familia a la costa argentina, a fin de poder disfrutar la playa, el mar y visitar amigos.

De paso y para despuntar el vicio, me di una vuelta al dojo de otro amigo en la turística y cada día mas hermosa (y grande) ciudad de Mar del Plata. Allí pasé un excelente rato junto con sus alumnos, que me recibieron de la mejor manera.

La práctica fue excelente, aún después de un agotador día de playa y me sirvió para ponerme en movimiento nuevamente después de algunos días de abstinencia de tatami.

Días después, viendo las fotos del encuentro y conversando con ese mismo compañero de práctica, esta vez nos habíamos reunido solo a comer rabas y asado, le comenté algo que me pasa siempre, invariablemente, cuando visito algún dojo.

After keiko

En las imágenes, puedo observar que siempre nos estamos riendo, no falla. La buena onda y el compañerismo con que me reciben siempre en todos los dojos que he tenido la suerte de visitar, se refleja en las instantáneas que tomamos al concluir los entrenamientos. Las fotos que me pasó de ese día, no fueron la excepción.

Automáticamente, y mientras charlábamos, recordé uno de los preceptos dados por el fundador y que fuera reproducido por su hijo Kishomaru Ueshiba, en el libro “El espíritu del aikido”: “El entrenamiento debería efectuarse siempre en un ambiente agradable y festivo”.

O´sensei se refería siempre, a que la energía que debía estar presente en el momento de la práctica y hacía especial hincapié en el hecho de que fuera una actividad alegre. La práctica no debía convertirse en lago que causara pesar o incomodidad.

Cuidado, no debe confundirse esto con falta de seriedad, sino más bien todo lo contrario. Que la práctica sea alegre se refiere a que el disfrute debe ser ante todo el protagonista de la misma y de no ser así, algo debe ser corregido por el instructor.

After keiko todos

Seguimos charlando de otras cosas, pero me alegró darme cuenta de que las máximas dadas por el fundador allá por el año 1935, siguen vigentes hoy en día. Así como las bases del Aikido siguen siendo esas establecidas por él y a las que siempre nos recomendaba regresar, también en este caso funciona de la misma manera.