Como Decidimos en la Empresa?

#DeEmpresasYFamilias

Como se toman decisiones en la empresa, que factores influyen? Según se combinen, mejoran los resultados o inhiben el crecimiento. Veamos un ejemplo:

Se busca personal para el área de compras, el staff analiza las diferentes opciones. Se trata de un rol a desempeñar por primera vez en la empresa.

Escena 1: el padre recomienda contratar una persona full time, y sugiere buscar hombres, por actividades físicas involucradas en el control de stock. Parte del staff coincide con su propuesta.

Escena 2: el hijo propone buscar alguien de sexo femenino.  Sugiere comenzar con un horario de medio día. Parte del staff coincide con su propuesta.

Escena 3: en una reunión donde participan parte de la familia y el staff, se dice: “sigamos adelante con la propuesta que hizo “EL”. Es preferible no oponerse, vamos a tener problemas, lo va a contradecir en todo”. Los presentes aprueban.

Decisión final: se hace lo que “EL” propuso.

Podemos sacar diversas conclusiones de esta sencilla anécdota:

  • La razón y la emoción: la racionalidad debe primar en la gestión de negocios (dicen). Sin embargo, vemos como los sentimientos orientan decisiones, más de lo que imaginamos. No pretendamos que las decisiones en la pyme sean producto de análisis fríos y despojados de subjetividad. Se puede lograr que los impulsos personales no definan decisiones? La razón aporta el objetivo, la emoción la energía. Aprendamos de la experiencia, busquemos un equilibrio, siempre inestable, y mejorar en los análisis y definiciones para la acción.
  • El costo beneficio: en la empresa, toda decisión es una oportunidad de mejorar la relación costo beneficio. Sin darnos cuenta, mezclamos lo que representa un beneficio para la empresa, con la visión individual, y se defienden posturas más allá de lo que puede ser útil para los negocios. Es importante preguntarse: que le conviene a la familia, y que le conviene a la empresa? Decidir “darle le gusto al otro”, puede significar dejar de ser sustentables en el tiempo. Imaginemos: hacerle el gusto a alguien puede ser, por ejemplo, que cada uno desarrolle su propia línea de productos. Sin embargo, se pierde de vista lo que le conviene a la empresa. El negocio, si lo tironean, se rompe.
  • El poder: las posturas que se presentan irreconciliables, nacen por disputas de poder. Se generan círculos viciosos de discusiones donde ya no importa buscar soluciones, si no “ganar” en las diferencias de opinión. El amor propio se impone, y la rentabilidad sufre la verdadera derrota. Es bueno detener los enfrentamientos innecesarios, enfocarse en la búsqueda de acuerdos básicos, que preserven la vida de negocios.
  • Los ámbitos de discusión: de que sirve discutir los temas de empresa y los de familia en cualquier lugar? Es importante definir los espacios físicos en los cuales se va a debatir. Para preservar a la familia empresaria y a los miembros no familiares en la toma de decisión, se requiere fijar estos espacios físicos diferenciados y respetarlos. De este modo, no transformaremos un almuerzo familiar en una discusión de empresa, y una reunión de staff, en una situación donde dirimimos cuestiones de familia.
  • Manejo de reuniones: se refiere a como se aborda cada reunión para tomar decisiones, quien la coordina, que métodos se usan para hacerlas eficientes, que registro hacemos de las diferentes conclusiones, así como de los próximos pasos a seguir y los responsables de los mismos. Muchas veces los esfuerzos y propuestas se anulan, por fallar en la gestión de estos momentos de trabajo. Cuando un encuentro promueve monólogos, aburre, genera desinterés, disminuye la energía necesaria para la continuidad de la vida empresaria.
  • Medir resultados: más allá de cual sea la mejor decisión, es imprescindible la gimnasia de medir resultados. Eso quiere decir, sacar conclusiones respecto de la decisión que ponemos en marcha, y medir sus efectos. Este es el único modo de avanzar, aprender y madurar en la capacidad interna de decidir, para ser más efectivos en el día a día.

Quiero resaltar que no se trata de encontrar modelos ideales de funcionamiento, si no que cada familia empresaria debe buscar de modo permanente el esquema de pensamiento y gestión que más le conviene, y así promover un crecimiento sustentable.