Empezaron las clases. Tengo la alegría de ser profesor de Lengua y Literatura de un primer año de la escuela media. Mis alumnos tienen 12, 13 o 14 años. Son personas que viven, cada uno con sus tiempos, el pasaje de la niñez a la adolescencia. Todos los años, luego de que definimos el programa y la planificación que seguiremos, mi preocupación principal es decidir cuáles serán las lecturas que voy a proponer a mis grupos. Es verdad: están los textos y fragmentos que vienen en los manuales, pero pienso que una de las tareas fundamentales de quienes trabajamos en la enseñanza de la literatura, es acertar en la elección de los libros que vamos a acercarles a nuestros alumnos. Continuar leyendo