¿Si probamos con la bondad?

#EscritosDeLaVida

No importa quién tiene la responsabilidad.

Siempre es más relevante mirar para adelante, que para atrás.

Aunque el pasado pueda hacer emerger las causas para no repetirlas. Y merezca su exploración para ayudar a evitar errores y facilitar construir una mejor realidad.

Es cierto.

Tan cierto como que en los últimos años se instaló en la sociedad un clima de agresión, que tiene como partícipes a muchos argentinos.

Los vínculos sociales hoy parecen matizarse por una violencia verbal preocupante. El agravio, la ofensa y la búsqueda de denigración son protagonistas de esta triste realidad. Propinarle golpes simbólicos al otro y vulnerarlo es algo habitual por nuestros días. Pareciera que cuando más se lo daña, es mejor.

Incluso hay programas que desarrollaron la destreza de descalificar a quien piensa diferente.

Triste.

Es como si no se creyera en el valor de la diferencia y en la crítica constructiva, que contribuyen a la calidad de las decisiones y a la superación del pensamiento. Y se reclame una alineación incondicional y cegadora a las definiciones de turno. A las verdades que uno tiene y deben ser suscriptas por el otro.

¿Cuál es el beneficio que tenemos de vivir en un clima agresivo?

Difícil saberlo.

Lo único que podemos precisar, es que si esa lógica persuade, el ser humano obra cada día con mayor maldad. Se despliega desde sus aspectos negativos, adquiriendo habilidades que lastiman al otro.

En vez de volverse una persona más virtuosa. Se transforma en alguien nocivo. Capaz de utilizar todas sus posibilidades en detrimento de su semejante.

Es raro que el hombre haya caído en la trampa y se embarulle a sí mismo en ese tipo de bajezas. Hoy hay gente que parece estar apresada en esas lógicas tan dañinas como perversas.

Es que la maldad erosiona a la propia persona. Constituye la posibilidad más precaria del ser humano. Lo insta a pensar y obrar en términos negativos, destructivos. Es, sin dudas, la manifestación de su versión más empobrecida.

La bondad, en cambio, eleva al ser humano. Lo impulsa a ofrecer lo mejor que tiene para compartir. A hacerse cargo de sus sanas potencialidades. A pensar y obrar en términos positivos, constructivos.

Es tal vez tiempo de reflexionar y elegir con consciencia. Quiénes somos. Quiénes queremos ser. Y en qué sociedad queremos vivir.

Cada día que nos levantamos elegimos. Eligen los políticos, los periodistas, los deportistas, los actores, los oficinistas…

Tengamos presente que somos responsables de construir la realidad en que vivimos. Creer en lo peor del ser humano y generar una sociedad cada vez más violenta, no parece ser una decisión inteligente.

¿Si probamos con la bondad?

unosconotros

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Escritos de la Vida - Juan Valentinitapa2 para face