La relación entre cultura y turismo es una articulación que aporta tanto al desarrollo económico como social. Un brasileño llega a Buenos Aires no tanto para conocer al Obelisco, sino más bien por tango, los teatros, el diseño de ropa con cuero, el fútbol y el asado. Todo lo que le gusta de la ciudad está atravesado por eso que nos hace argentinos. La cultura fue el principal atractivo para que ese turista nos elija y será, también, lo que le genere interés por recorrer otras ciudades.