Guerra Televisiva: Anime japonés VS Animación americana

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Desde hace unos 40 años aproximadamente al día de hoy hemos tenido el privilegio de contar con la presencia de dibujos animados japoneses en la TV local. Digo privilegio en comparación a los monótonos dibujos de Hanna Barbera y Filmation que nos traían aventuras de los superamigos, scooby doo o los Cazafantasmas del Gorila. Durante los años 70′s fue cuando el anime llegó a América, y ahí comenzó la guerra televisiva entre la animación Americana y la extranjera, empezaba una batalla histórica con un desenlace de lo más sorprendente.

A mediados de los años ’60, la TV americana contaba con dibujos animados orientados a un público infantil particularmente puro e inocente, alejadísimo de las ideas revolucionarias de Walt Disney de décadas anteriores, la onda era que “los dibujitos van para los chiquitos, así que nada de muerte, nada de sangre, nada de tristeza, nada de conflictos, nada de violencia.”

Algunos ejemplos de las caricaturas americanas apuntadas a un público de mente “frágil” como los niños americanos, en el país de Disney también había mucha producción barata de dudosa calidad.

¡Entonces llegó el Japón animado a América!

Las series que reinaban en américa durante los años ’70 contaban entre sus mayores esfuerzos de producción el limitarse a cambiar fondos de vez en cuando, ya que eran siempre las mismas secuencias animadas, siempre los mismos torsos, brazos, piernas y caras usadas y re-usadas una y otra vez para compaginar escenas y finalmente episodios completos, un método eficiente para sacar un producto a corto plazo y recontra-barato que da como resultado un producto tirando a lo mediocre. Si no me creen prueben con volver a ver un episodio de He-Man o de Scooby Doo, y luego compárenlo con otros episodios, lo mismo con los Cazafantasmas, los Supersónicos, Don Gato, y todas esas series norteamericanas, fervientes partidarias del “total es para nenes, ¿quién se va a quejar?”.

Cuando el anime llega finalmente, junto con otras series de japón como Ultraseven, la cosa daría un giro de 180°, series donde los personajes sufren a herida abierta, mueren, crecen, se casan, viven! El anime tenía algo que sólo Disney había logrado antes, sus personajes eran genuinamente HUMANOS de verdad, reflejaban los golpes de la vida crudamente.

Astroboy fue el primer anime televisivo de la historia, fue rechazado por su padre, esclavizado en un circo de robots y desarmado varias veces. Candy fue separada de su hermana de crianza, se le muere el amor de su vida, la envían a la guerra, es martirizada por pendejos burgueses y nunca se rinde, sale adelante siempre. Heidi era enviada a vivir con un abuelito al que casi ni conoce bajo la mirada de un pueblo prejuicioso. Kimba, el león blanco, atravieza todos los obstáculos de la vida para poder crecer y ser el Rey de la Jungla. Mazinger Z combatía contra monstruos mecánicos enviados por el Doctor Infierno, un ser maligno que asesinaba sin piedad a quien haga falta.

¿Pero a qué se debe esto? Principalmente porque el pionero de la animación Japonesa, Osamu Tezuka (considerado el “Dios del manga*”, autor de Astroboy y Kimba entre muchos otros) fue quien siguió la escuela del más grande del mundo, Walt Disney, el genio visionario que inventó un estilo único de animación, que garantiza un producto de primera calidad, pero con dos contras importantísimas: Altísimos costos y extenso tiempo de producción. Del mismo modo que tomó en gran parte su técnica de producción de las animaciones, también aplicó el melodrama, recordemos que las películas de cuando Walt Disney vivía estaban cargadas de golpes bajos y situaciones traumáticas como la vida real, separaciones, muerte, peligro, malas influencias, ansias de poder, etc.

Osamu Tezuka, cuando produjo el primer anime televisivo de la historia, Tetsuwan Atom (conocido en el resto del planeta como Astroboy) desarrolló un ritmo de trabajo que les permitía lanzar un episodio semanal manteniendo una línea de calidad en el producto final. Por supuesto, esto implicaba que los animadores prácticamente duerman en los estudios y sean labores que rozan lo insalubre, y con el correr de los años y al nacer más productoras que debían competir, se estandarizó el sistema de trabajo y es conocido en el mundo de la animación hoy en día como “La maldición de Tezuka”, ya que es un ritmo que los obliga a trabajar muy arduamente todos los días y siempre a contra-reloj.

Aquí por suerte hemos tenido en televisión dibujos animados japoneses desde los 70’s, cuando llegaron Astroboy, Meteoro, Kimba, y luego fueron llegando más, Heidi, Marco, Mazinger, Raimar, y Robotech.

En los años 80’s, con el furor de los videoclubs, mucho material fue a parar directo allí, grandes películas y especiales de TV japoneses fueron doblados al español y aún al día de hoy se consiguen en los pocos viejos videoclubs de barrio.

En la próxima nota les contaré sobre el contraataque Americano de principios de los años 90′s, cuando la animación americana dio un vuelco y realmente creó productos altamente competitivos y memorables.

Y vos, ¿te acordás cuál fue el primer anime que viste en televisión?