Por: Pablo Arcadia
Cuando salió el libro a la venta y fue de repente un éxito de ventas, no voy a negar que me llamó la atención, pero desde el vamos supe que había iniciado como un fanfiction (historia alternativa escrita por fans) de Crepúsculo, la popular saga de libros y franquicia donde los vampiros tienen un concepto bastante extraño y ayudó mucho a impulsar la movida de la literatura juvenil y las sagas cinematográficas que roban a más no poder con películas partidas a la mitad, etc.
De entrada, lo que más ruido me hacía de 50 sombras de Grey era el enorme parecido al argumento de una película del año 2002 llamada “La Secretaria”, donde una joven masoquista que se auto flagela entra a trabajar como secretaria de un sádico abogado llamado “Señor Grey”, con quien inicia una relación armoniosa entre un sádico y una masoquista, el resultado es una química genial y un cachondeo garantizado a la hora de ver la película acompañado.
Finalmente salió la película que adapta el primer libro de 50 sombras, y la verdad que salí muy desilusionado del cine, más que nada porque no había nada de sexo explícito.
Y lo peor fue encontrarme con un montón de gente (ignorante) que me decían: “Ah, ¿como podés pretender ver porno en el cine?” A lo que yo les respondo: ¿Y qué pasa con el último tango en parís? ¿Qué pasa con ojos bien cerrados? Y en cuántas películas estrenadas en cines regulares hemos visto penes, vaginas y penetraciones, o incluso violaciones horribles como en “Irreversible”.
Pareciera como que de repente todos fueron alcanzados por el rayo laser del dildo que borra la memoria en Men in black, porque todos se olvidaron que hemos visto sexo duro y explícito o casi explícito en el cine desde hace muchos años. Pero es evidente que el cine se ha ablandado mucho en los últimos años, en cuando al sexo y la violencia más que nada. ¿Las razones? No sabría exactamente, pero creo que debe ser a que en estos tiempos las mentes de la audiencia son más sensibles, frágiles e impresionables.
Sin dudas de haber adaptado el libro bien de forma explícita hubiera causado un arrase en taquilla y realmente ganarse el trofeo a una película atrevida, jugada, zarpada y que te haga sentir cosas raras en la sala de cine. Pero nada de eso ocurrió, apenas se ven los pechos flácidos de la hija de Don Johnson y las escenas de sexo son super sutiles y suavizadas, ni siquiera hay un momento de sexo oral en toda la película.
Les comparto la reseña completa que hice para mi canal de youtube, espero les guste, y no olviden comentar!
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Nos vemos en unos días!