Poco más que tres puntos

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El Barça comenzó su participación en la Liga de Campeones de Europa derrotando al Apoel Nicosia de Chipre por 1-0. Los barcelonistas acudieron al Camp Nou con la expectativa de presenciar un festival de goles y fútbol, pero terminaron observando como una mano salvadora de Marc-André Ter Stegen, a dos minutos del final, evitó lo que hubiera sido un empate catastrófico para el cuadro catalán. Gerard Piqué marcó de cabeza el único gol del partido en el minuto 27, tras un tiro libre ejecutado por Lio Messi.

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Foto: Marca.com// Piqué festeja su gol de cabeza en su vuelta a la titularidad.

Para este encuentro, Luis Enrique realizó varias modificaciones con respecto al once que había dispuesto en las primeras tres fechas de la Liga Española. Algunos jugadores que venían siendo titulares como Mascherano, Mathieu, Jordi Alba y Pedro no fueron de la partida en esta ocasión, dejando sus lugares a jóvenes como Bartra, Samper, Rafinha y Sandro Ramírez. De todas formas, la ausencia de los antes mencionados está lejos de ser excusa suficiente para justificar el bajo rendimiento del equipo, ya que al mirar la alineación titular de hoy aparecen figuras como Dani Alves, Piqué, Xavi Hernández, Messi y Neymar, quienes sí formaron parte del team.

¿Qué pasó entonces? El Barcelona, simplemente jugó mal. Tuvo la pelota como era de esperar pero abusó del toque y pecó de falta de profundidad. Tener el balón, moverlo de un lado al otro, asegurar la tenencia y dominar territorialmente al rival son características que este equipo conserva desde la época de Pep Guardiola y que mantendrá sea quien sea el entrenador, porque esa es la forma en la que estos futbolistas entienden el juego. El problema es cuando, ante un rival que se sabe irá a defenderse, el equipo no encuentra los mecanismos para desnivelar, para generar desequilibrio a partir de la movilidad de sus atacantes. Si tener la pelota no se traduce en llegadas, en peligro para el arco rival, entonces la posesión pasa a ser ineficiente e insuficiente.

Así y todo, sin tener una gran noche, los catalanes fueron amos y señores del cotejo y dispusieron de las mejores chances para convertir. No fueron muchas, pero si muy claras y en cada una de ellas surgió la figura de Urko Pardo, el uno rival. El portero belga del Apoel conoce bien el club ya que hizo inferiores en La Masía y guarda un gran recuerdo de Messi, con quien coincidió en su etapa de divisiones inferiores. La primera tapada vino tras un tiro libre con rosca ejecutado por la Pulga, que Pardo desactivó mandando la pelota al corner. La segunda oportunidad llegó tras un desborde de Neymar, quien dentro del área tocó para Messi. El rosarino sacó un zurdazo un tanto centrado que fue bien contenido por el guardameta del conjunto chipriota. En la segunda parte, Neymar y Sandro tuvieron sus chances pero no estuvieron finos a la hora de la definición. Quedaba claro que no sería una buena noche para los blaugranas.

Las evidentes caras de fastidio de Messi, Neymar y compañía al finalizar el partido fueron una clara muestra de que nadie quedó conforme con el nivel futbolístico que mostró el equipo y que los tres puntos conseguidos son lo único valorable que dejó el debut blaugrana en la máxima competición europea. Mientras tanto, el empate 1-1 entre el Ajax de Holanda y el PSG francés en el otro partido de la zona colocó al Barça como único puntero del grupo F.

Si bien esto recién comienza, está claro que los dirigidos por Luis Enrique deberán mejorar bastante si aspiran a luchar por un lugar en la final de la Champions que se disputará el 6 de junio en el estadio Olímpico de Berlín.