LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA BOLA

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Fue un choque más que incomodo para los dirigidos por Luis Enrique. El gol del uruguayo Suárez, a pase de Messi, a los 55 segundos de partido, lejos estuvo de encarrilar el match para el lado de los blaugranas. Un Valencia ambicioso fue a buscar los tres puntos al Camp Nou y, durante varios momentos, sobre todo del primer tiempo, estuvo a punto de lograrlo.

La suerte del campeón, la fortuna de tener un arquero en gran nivel y la impericia de los delanteros valencianos para culminar las jugadas de riesgo, fueron las razones por las cuales el Barça llegó al descanso arriba 1-0. Desde el minuto 2 hasta el 45, todo fue para el equipo Che. Los dirigidos por Nuno Espírito Santo ejercieron una presión alta y efectiva, cortaron los circuitos de creación de lo locales y, con una gran primera  mitad de Feghouli y de Rodrigo por las bandas, lograron anular a los laterales barcelonistas.

Sin juego en el medio y sin llegada por los costados, al local se le hizo casi imposible tener la pelota. Sin posesión, el temible tridente del Barcelona se volvió intrascendente. Entonces, fueron los visitantes quienes dominaron terreno y balón. Un penal tonto de Piqué pudo suponer el 1-1 parcial, pero la mala ejecución de Parejo y la intuición de Claudio Bravo salvaron al marido de Shakira de la hoguera. Un rato después, fue el palo quien le negó el empate al Valencia. El tiro cruzado de Alcácer fue devuelto por el poste, mientras el uno chileno sólo atinaba a hacer de estatua.

Los cambios (de nombres y posicionales) que Luis Enrique realizó en el entretiempo mejoraron en gran medida la producción de los blaugranas. La salida del amonestado Adriano, superado por su sector durante toda la primera etapa, sumado al ingreso de Rakitic, sirvieron para que el equipo ganara en orden en el fondo y, al mismo tiempo, en toque y dinámica en la mitad de la cancha.

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Un Messi extenuado festeja el 2-0 con sus compañeros. Fue su gol número 400 en el conjunto culé.

Tras la reanudación, la visita ya no presionaba tan arriba y los espacios comenzaron a aparecer. Las chances de gol ahora eran para los locales. Primero, el travesaño le negó el gol a Messi, en un precioso tiro libre con rosca que a punto estuvo de colarse en el ángulo izquierdo de un inmóvil Alves. Luego Neymar, Pedro y el propio Lio dispusieron de más opciones de marcar, pero los catalanes que llenaron el estadio parecían condenados a sufrir el partido hasta último momento.

Y así fue como, en el tercer minuto agregado, y con el Valencia jugado completamente en ataque, un despeje desde el fondo se convirtió en una genial asistencia para Messi. El pie a mano, mal resuelto en primera instancia por el crack rosarino, terminó con el 10 empujando la pelota entre los tres palos. Fue el 2 a 0 final, fue el gol número 400 del genio argentino con la casaca del Barcelona. Pero, sobre todo, fueron tres puntos de oro en la lucha por el campeonato. Con esta victoria, el equipo de la ciudad condal se aseguró mantener la ventaja de dos puntos sobre el Real Madrid (o ampliarla en caso de que los blancos no logren superar al Málaga, en el Santiago Bernabéu).

En definitiva, el Barça hizo los deberes por Liga, sacando adelante un partido complicadísimo. Ahora, toca enfocarse en el duelo del martes contra el Paris Saint Germain, por la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Este Barcelona modelos 2015 promete dar luchas en todos los frentes.