En el espacio nadie puede oírte gritar…

#GameOver

Hoy me toca hablar de dos de las cosas que más me gustan en la vida: videojuegos y películas de terror.

Parece mentira, pero pasaron treinta y cinco años desde que la tripulación del Nostromo aprendió por las malas que subir a su nave a un tipo con un parásito pegado a la cara (por más amigo que fuera) podía ser la peor idea que se les pudiese ocurrir… además de la última.

Cuando a principios de 2014 Sega anunció que estaba trabajando en un nuevo título de Alien, la mayoría pensamos “pero que *excremento de perro*, se viene otro Colonial Marines” y rápidamente nos olvidamos del asunto. Sin embargo, pasó el tiempo y llegó la E3 con novedades de un montón de juegos, incluido aquel patito feo que injustamente habíamos descartado de una. De más está aclarar que el nuevo material sorprendió a muchos (sino no estaría escribiendo esta nota) y nos hizo ilusionarnos otra vez con la idea de una experiencia a la altura de la franquicia.

La trama del juego transcurre quince años después de los eventos de la primera película y antes de los de la segunda. El personaje principal es Amanda, hija de Ellen Ripley (si no sabían de su existencia es porque solo se la menciona en una escena eliminada de Aliens), que, al darse cuenta de que hace una eternidad que su madre “salió a comprar cigarrillos”, decide subirse al primer cohete que encuentre y recorrer el espacio buscándola, sin sospechar que el culpable de su desaparición es un extraterrestre que pocas similitudes guarda con E.T. o ALF (de hecho, ahora que lo pienso, este se come a casi toda la tripulación y deja vivo al gato).

Lo interesante de Alien: Isolation es que, siguiendo la tendencia impuesta por títulos como Outlast y Slender (y un milenio antes, Clocktower), no tenemos armas con las que defendernos, sino, en este caso, una porquería de detector de movimiento (el de las películas) que te indica que se acerca el alien cuando ya lo tenés encima, comiéndote la cara.

Detector de movimiento

Pensar que hace un rato el xenomorfo no era más que una viborita saliendo del pecho de alguien y ahora tiene que ir agachado para no darse la cabeza con el techo. Parece que también le cambió la voz y le salió pelo donde antes no tenía.

Es así que el juego no te deja otra opción que el sigilo, ya que el más mínimo ruido que hagas podría alertar a tu perseguidor y obligarte a esconderte en alguna parte hasta que pase el peligro o morir en el intento de forma lenta, dolorosa y horrible (o sea, viendo Alien vs Predator una y otra vez).

Para colmo, el alien no es el único problema con que tiene que enfrentarse Amanda. La nave por la que circula está infestada de “sintéticos” (los androides que en todas las películas chorrean lácteos cuando los destripan). Algunos son buenos como Bishop y otros, malos como Ash o incluso Brigacop (bueno, quizás no tanto). Por suerte a los segundos nos los podemos sacar de encima con el escaso arsenal con que cuenta nuestro personaje, eso si, cuidándonos siempre de no alertar al gigantesco monstruo homicida a nuestras espaldas.

Alien-Isolation androide

Si no te alcanza con la cara de Crash Dummy, te podés dar cuenta que alguien es un sintético cuando lo prendés fuego y se sigue acercando hacia vos como si nada… si por el contrario cae al piso y deja de moverse, explicale al juez lo que estabas intentando comprobar y seguro te va a entender.

Ahhh, me olvidaba. Como siempre, acá tienen el trailer del juego para sacar sus propias conclusiones.

En resúmen, todavía es muy temprano para saber si el Alien: Isolation va a ser todo lo que promete o solo una mancha más en el expediente de la saga. De cualquier forma, lo visto hasta ahora alcanza por lo menos para ilusionarnos. Puede que en el espacio nadie puede oírte gritar… pero en tu casa si; así que hacéle un favor a tus vecinos y jugá con la luz encendida.

¿Te interesa el juego? ¿Crees que va a estar bueno? ¿Se te enganchó una especie de araña con cola larga a la cara, pero como ya se te despegó pensás que todo va a estar bien? Poné lo que se te ocurra abajo y, si tu caso es el último mencionado, tratá de que lo que pongas no sea un chiste largo, así no nos quedamos con las ganas de escuchar el remate. Hasta la próxima!