La Cerveza y los Cereales, el legado de la diosa Ceres

#GreciaAplicada

La etimología de las palabras Cerveza y Cereal y el porqué de la fertilidad de la tierra según la estación de año

Pensar en una cerveza bien helada o en un fresco yogurt con cereales en esta época del año, donde nos sentimos abrumados por un calor tórrido que roza lo insoportable, no resulta muy difícil. Quizá por ello, en esta oportunidad se me haya dado por contarles acerca de la etimología de estas palabras que provienen, aunque de forma indirecta, de la mitología griega. Por un lado, el término cerveza proviene del latín cerevisia, una palabra que significa “la fuerza de Ceres”, compuesta por el prefijo cere, que hace referencia a Ceres, diosa de la agricultura y de la tierra fértil, y por su complemento vis, que se enlaza con el término fuerza. Por otro lado, la palabra cereal que se le asigna a los granos o semillas nutritivos deviene casi de forma obvia e inmediata del nombre de la diosa en cuestión.

Ceres o Démeter, diosa de la Agricultura y de la fertilidad, aquí representada rodeada de trigo y con una pequeña hoz en su mano para cortar la cosecha.

Sabiendo ya que los romanos adoptaron la cultura helénica y su mitología al conquistar Grecia, comprenderemos que Ceres es el equivalente a la diosa griega Démeter, madre (meter) distribuidora de la agricultura y la fertilidad. Hija de Cronos y Rea, es asimismo hermana mayor de Zeus, de Poseidón y de Hades. Cuando Cronos devoró a sus hijos para que no lo destronaran, Zeus (con ayuda de su madre Rea) abrió con un cuchillo el estómago del Titán y liberó a todos sus hermanos, entre los que se encontraba Démeter.

Démeter fue madre de Perséfone, reina del Inframundo, título que apadrinó cuando fue raptada por su tío Hades, dios de los Infiernos, para que fuese su amante. Cuando ello ocurrió, su madre comenzó una búsqueda desesperada para hallarla, sin saber que su hermano la había secuestrado. Con el correr del tiempo, Démeter (o Ceres) fue deprimiéndose cada vez más y la tierra del mundo fue sumiéndose en el más profundo abandono por parte de la acongojada diosa y promoviendo una consecuente infertilidad. Al no haber tierra fértil en el mundo, animales y hombres no podían alimentarse y fueron muriendo paulatinamente.

En este cuadro de Rembrandt, se representa a Hades raptando a Perséfone, ante la desesperación de las ninfas que la acompañaban y que fueron transformadas en Sirenas por Démeter como castigo por no impedir el secuestro.

Zeus, viendo la catastrófica consecuencia del capricho de su hermano Hades, decidió revelar a Démeter el paradero de su hija Perséfone. En consecuencia, la diosa viajó valientemente hasta las entrañas del Inframundo para rescatar a su hija y se enfrentó, furiosa, a su hermano Hades. Éste, sabiendo que su hermana tenía el beneplácito de Zeus, aceptó entregar a Perséfone pero astutamente le dio de comer a su sobrina unas semillas cosechadas en el Infierno. Según el mito, quién probara la comida de los muertos ya no podía regresar al mundo de los vivos, con lo que con esta argucia, Hades se aseguraba retener a Perséfone. Démeter, iracunda como nunca, se alejó del Infierno prometiendo hacer morir a la humanidad de hambre, por lo que Zeus, para evitar una calamidad aun mayor para los mortales, decidió que Perséfone pasase seis meses en el Inframundo junto a Hades y otros seis en la Tierra, junto a su progenitora.

Démeter (Ceres) junto a Pan, semidiós del pastoreo, recolectando la cosecha.

Por esta razón, cuando Perséfone pasa sus meses en el Infierno (Invierno y Otoño), su madre Démeter (Ceres) se deprime tan profundamente, que la fertilidad de la tierra se desvanece, mientras que cuando su hija está a su lado (Primavera y Verano), Démeter renace y retorna la fecundidad de la tierra al mundo y la productividad en la labor de la Agricultura…

Ceres (Démeter) aquí acompañada por su hermano Poseidón, dios de los mares.

 

 

 

El planeta enano Ceres, descubierto en 1801, recibió el nombre de la diosa.