Teseo y el Minotauro llegan a Hollywood: Inmortales

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Inmortales: La película de Teseo y el Minotauro

Decir que Teseo es otro de los guerreros mitológicos más sobresalientes, tanto como Heracles, Aquiles y Perseo, no es un gran hallazgo. Sin embargo,a pesar de poseer luz propia, su leyenda no puede separase de la de su monstruoso rival, el Minotauro, y así lo entendieron Tarsem Singh, el director de “Inmortales” y sus productores (los mismos de la afamada “300”). No obstante, a esta célebre leyenda le agregaron otra dentro de la primera: la Titanomaquia o la guerra entre los dioses y los titanes. En efecto, dos historias se fusionan en este film que vio la luz en 2011.

El Minotauro, de las huestes de Hiperión, ataca a Teseo.

La trama cuenta la venganza de Hiperión (devenido aquí en un rey que pretende destruir a los hombres y a los dioses) dando por sentado para los entendidos que el propio Hiperión es un titán que busca liberar a los de su especie, encerrados en el Tártaro luego de la victoria de los dioses sobre ellos, y retomar el control del mundo. Saber cómo Hiperión escapó a ese cautiverio quedará para otro director. Ahora bien, para entender la sed de venganza de Hiperión habrá que retrotraerse a mucho tiempo atrás en la cronología mítica: a la era de la mencionada Titanomaquia. En esta batalla de deidades, Zeus encabeza la rebelión de los Olímpicos contra los Titánicos, que a su vez era conducidos por su padre Crono, quien casualmente también había destronado a su progenitor, Urano. Con la victoria, los Olímpicos se dividieron el reinado del mundo bajo las imposiciones de Zeus: él se quedó con los cielos, entregó a su hermano Poseidón el reinado de los mares y, por último, encomendó la regencia del Inframundo a Hades, su otro hermano, para que, de paso, custodiase a los Titanes. El mundo, desde entonces, estuvo gobernado por los dioses, que tenían su “Casa de Gobierno” en el monte Olimpo. En consecuencia, entendemos por qué Hiperión quiere recuperar el terreno perdido en la película.

Hiperión, interpretado por Mickey Rourke, reúne un ejército para liberar a los Titanes

Por su parte, la historia de Teseo ya la hemos contado en publicaciones anteriores pero vale recordarla: Atenas había perdido una conflagración con Creta, cuyo rey, Minos, cargaba con un gran inconveniente: su esposa Pasifae lo había engañado, en un deplorable acto de zoofilia, con… un toro. Pero lo peor estaba por venir: luego de nueve meses, Pasifae dio a luz a un monstruo con cuerpo humano (como ella) y con cabeza de toro (como su particular amante). La humillación de Minos hizo que mandara a construir un descomunal laberinto para encerrar allí a la bestia, ya que fue imposible ultimarlo. Al tenerlo con vida, había que alimentarlo y toda Creta sabía que era medio quisquilloso con la comida: sólo desayunaba carne humana. Minos, aprovechando la guerra ganada a Atenas, obligó a su rey Egeo que le mandase hombres y mujeres vírgenes para saciar el apetito del Minotauro. Pero Teseo, príncipe de los atenienses, se rebela y pide en una oportunidad a su padre ser parte de los mártires para matar al engendro y terminar con el suplicio de sus compatriotas.

Zeus, Poseidón, Apolo y Atenea miran desde el Olimpo hacia la Tierra. Un nuevo enfrentamiento con los Titanes los espera

 Cuando éste llega a la Isla, conoce a Ariadna, hija de Minos, quien se enamora perdidamente del héroe. Como buena mujer, ayuda a Teseo: le proporciona una daga y un hilo para que lo desenrolle al ir ingresando al laberinto y no tener complicaciones al salir. Así lo hace Teseo, mata al engendro a puñetazos o con su daga según la versión, libera a sus compatriotas y huye en un barco junto a Ariadna, a quien luego abandona en Naxos en un acto descortés.

Teseo y Fedra, la pitonisa. En la leyenda, la mujer es hermana de Ariadna, y ambas son amantes del héroe ateniense.

Así es como el director toma esta historia para introducirla dentro de la trama principal del film, que es la pelea entre los dioses y los titanes. De esta manera, el laberinto es aquí una especie de santuario donde la madre de Teseo realiza sus oraciones. Hiperión, en su afán de matar a toda la humanidad, asesina a la madre del ateniense y cuando éste se dispone a enterrar a su progenitora en dicho laberinto, el titán le envía al Minotauro para que lo elimine también a él, cerrando el círculo de la historia casi a la perfección. Luego, podemos advertir que la pitonisa que acompaña a Teseo en su afán de “salvar al mundo” es Fedra, la hermana de Ariadna que el asesino del Minotauro secuestra, con quien tiene un hijo llamado Acamas en la película y que podría personificar a Acamante, el verdadero nombre del hijo de ambos en la leyenda.
 
La Titanomaquia, según los productores de “300″
La película tiene su batalla entre los ejércitos, entre los dioses y los titanes liberados y entre Teseo e Hiperión. Todos luchan y casi todos mueren, a excepción de Zeus, Atenea y Teseo, quienes ascienden al Olimpo.
En resumidas cuentas, una entretenida película que readapta las dos historias y las cuenta con excelentes fotografías y con acciones narradas con el particular estilo de la ya famosa “300”, con Gerard Buttler en el papel de Leónidas.