Mis libros para Jorge

#LíneaMaginot

¡Qué invento de la naturaleza el varón! Una no se cansa de mirar lo que hacen, lo que les importa, los vericuetos de sus razonamientos, su necesidad de que los miren y de que los festejen, sus caprichos, sus obsesiones. Hablo por supuesto de los varones-varones, no de los varones-sensibles ni de los varones-cuidados. Hablo del varón-varón con el que una puede jugar tranquila porque no se rompe.

El varón-varón tiene sus propios consumos culturales. Extrememos. Así como la mujer-mujer te lee novela romántica hasta quedar ciega, y el varón-gay te baila una comedia musical hasta los callos plantales, el varón-varón te lee historia bélica hasta la última bala.

Me atrevo a decir que hay una literatura masculina en la que los personajes varones se colocan por encima de las circunstancias -siendo el sexo/amor/pareja un párrafo más en el derrotero de su vida- en cuanto luchan contra grandes oponentes como el destino, la naturaleza, la ciencia, otros hombres. O sea, hablo de una literatura donde el varón-varón se ocupa de lo importante mientras puede o no disfrutar aquí o allá de algún beso de administración casi terapéutica y, sobre todo, hablo de una literatura donde el varón nunca baila.

Esto de mujer-mujer y varón-varón por supuesto que son ideas. No existen. Son paradigmas conceptuales que en los individuos concretos no se presentan en estado puro.

Excepto que yo conozco un varón-varón: Jorge Asís.

Mis libros para Jorge

Mis libros para Jorge

Jorge es el varón de los varones y es tan pero tan varón-varón que cuando nos encontramos a tomar un café y charlar, yo, que ante cualquier otro soy mujer-Tiresias-varón-caballo-niña-boxeador-mujer, me veo automáticamente reducida al feliz alivio de ser mujer-fuera-de-peligro porque supervarón.

Así que Jorge me hace leer “Ravel”, de Jean Echenoz. Yo lo hago leer “Ladrilleros”, de Selva Almada.

Jorge me cuenta por mail que está leyendo “Las cenizas del cóndor”, de Fernando Butazzoni, y yo le digo que estoy metida en tal o cual libro que seguramente le va a gustar. Porque, claro, cuando leo un libro para varón-varón pienso en que es un libro para él.

Me gustan los libros para varón-varón. Últimamente me encontré con varios.

Así que estos son Mis libros para Jorge. O Mis libros para vos si sos varón-varón o si sos mujer-Tiresias.

 

Peste & Cólera, de Patrick Deville

Maquetación 1Sobre la vida de Alexandre Yersin. La historia comienza en 1887 cuando falta mucho por recorrer en el camino de la bacteriología. Yersin es joven y mal-llevado, un varón-varón que se mueve en el mundo exterior con idéntica facilidad que en el laboratorio. Son épocas en que los científicos usan batas pero también están obligados a salir a la jungla, a tomar barcos, trenes, montar mulas, a hacer lo que sea para llegar al campo de trabajo donde van a tener que arremangarse y levantar cadáveres (robarlos llegado el caso) y si hiciera falta no van a dudar en meter un cuchillazo o un balazo.

Al principio -no sé si será la traducción al castellano y no responsabilidad de autor- me costó familiarizarme con la escritura de Deville peroYersin_1893_bis después es todo ganancia. París, la huída del Instituto Pasteur, los años de médico de a bordo, la carrera en Hong Kong contra el equipo científico japonés por la cura de la peste bubónica (si te digo que el bacilo fue bautizado Yersinia Pestis ya sabés quién ganó), la casa-paraíso en Indochina (Vietnam), el cultivo de quinina, de caucho.

Yersin, de una inteligencia superlativa y un sentido aterrador de la autonomía, estudió por su cuenta (!) cada cosa que quiso emprender. Cuando quiso trabajar la tierra estudió agricultura y se convirtió en exportador, cuando quiso construir carreteras estudió ingeniería, cuando quiso levantar su casa, arquitectura.

Una maravilla Alexandre Yersin, científico, investigador, viajero, rebelde, explorador, conquistador, pionero y, sospecho, puto. Ya me dirán ustedes qué opinan.

 

“Calles y otros relatos”, de Stephen Dixon

Este es un caso excepcional. Porque es para el varón-varón-literario. Stephen Dixon, emparentado con decenas de autores en el siempre efectivo prólogo escrito por Rodrigo Fresán, a mi modo de ver se puede definir simplemente como el Italo Calvino anglosajón. Para quien hace de la escritura una profesión, Dixon es un manual de aplicación de técnica más técnica más técnica. Para quien disfruta de leer sin tener la pretensión de saber qué es lo que le da deleite mientras lo experimente, es placer más placer más placer.

Compralo, leelo, regalalo, compralo otra vez, leelo, regalalo, compralo otra vez...

Compralo, leelo, regalalo, compralo otra vez, leelo, regalalo, compralo otra vez…

Los relatos de Stephen Dixon son limpios, prácticos, contundentes y, en ocasiones, una trompada directa al mentón. Excelente traducción en la edición publicada por Eterna Cadencia. (Ahora mismo mientras escribo esto, Pablo Braun me adelanta por Twitter que hay dos publicaciones más de Stephen Dixon en camino; qué gran noticia para este domingo de sol y Línea Maginot).

 

El teniente Sturm, de Ernst Jünger

El_teniente_Sturm_bigAmbiente ideal de la literatura para el varón-varón: la guerra. Prácticamente autobiográfico (fue publicada en 1923). El teniente Sturm es uno más de un grupo de soldados alemanes en las trincheras del frente de Flandes durante la Primera Guerra Mundial.

Las guerras son esos períodos paréntesis donde el hombre se expande a ser algo más de lo que habitualmente es en su vida cotidiana en épocas de paz. En las trincheras, contadores, maestros, abogados, zapateros, portuarios, se convierten en soldados, sargentos, capitanes. Todos matan. Todos quieren sobrevivir. Sturm fuera del paréntesis es zoólogo y escritor (como Jünger); dentro del paréntesis, teniente.

Se me hace que “El teniente Sturm” es una vía de entrada cordial a la literatura de Ernst Jünger y el paso obligado hacia “Diario de guerra: 1914-1918″.

 

Galveston, de Nic Pizzolatto

GalvestonNic Pizzolato es el creador de la serie “True Detective” y su primera novela es “Galveston”. La historia arranca con lo que podríamos denominar el día D de su protagonista Roy Cady: a la mañana le diagnostican cáncer de pulmón, a la tarde su jefe mafioso Stan Ptitko le encarga un trabajo “sin armas” y a la noche resulta que la misión es una trampa para borrarlo del mapa. En algo así como quince segundos Roy Cady se carga a los tres killers contratados para matarlo, salva a una prostituta de 18 años y se lanza con ella a la ruta como quien escapa de la muerte por balas, de la muerte por enemigo interno, de la muerte del cuerpo por desamor.

Cameo de Nic Pizzolatto en "True Detective"

Cameo de Nic Pizzolatto en “True Detective”

La cabeza de Roy Cady es tan lúcida para organizar un crimen y para escanear a los individuos con los que interactúa (siempre hay que medir al contrincante) como tan nebulosa en relación a sus emociones, su deseo, sus recuerdos. Dice Roy: “All weak people share a basic obsession — they fixate on the idea of satisfaction” (Toda la gente débil comparte una obsesión básica: están fijados en la idea de satisfacción).

Es interesantísimo ver cómo hace Pizzolatto para plantarse en un espectro a lo Elmore Leonard (otro autor para varón-varón aunque más básico) y, sin embargo, conducir al lector al final del libro en un estado de congoja que por un momento y sólo por un momento, le parte el alma. Galveston es el Rosebud de Cady.

“Galveston” está disponible en inglés en e-book (así la leí) y desde el viernes 28 de agosto se puede comprar también la versión digital en castellano. En septiembre será novedad de Salamandra papel.

 Y por último, para el estribo, les dejo picando a Denis Johnson

que nadie se mueva

Árbol de Humo - Denis Johnson

“Que nadie se mueva”, una novela de perdedores en que lo que puede salir mal, sale peor; debido a las circunstancias, debido a los otros, debido a los propios personajes que se hunden irremediablemente en el pantano de sus propios errores y miserias.

“Árbol de humo” también es de Denis Johnson pero será parte de otro post porque todavía lo estoy leyendo.

Ojo con Denis Johnson.

Ojo con las novelas de Denis Johnson.

Ojo con los cuentos de Denis Johnson.

Ojo con la poesía de Denis Johnson.

Ojo.

 

 

Publicado en Biblioklept http://biblioklept.org/2013/09/09/the-man-who-was-killed-denis-johnson/

Publicado en Biblioklept http://biblioklept.org/2013/09/09/the-man-who-was-killed-denis-johnson/