¿Sexo o chocolate?

#ManualDeSeducción

Las mujeres son objeto de propuestas románticas y sexuales día a día, mientras que nosotros, los hombres, no. Casi todas las mujeres reciben cotidianamente miradas insinuantes y proposiciones de todo tipo, especialmente aquellas que nos interesan por su grado de belleza. Son destinatarias de decenas de cumplidos y loas.

Si pensáramos los ámbitos de la seducción o del sexo como un mercado, podríamos decir que toda mujer es un sujeto sobredemandado sexualmente. No estamos diciendo que no lo valga, sino que ellas tienen más demanda sexual de la que pueden o quieren satisfacer.

No sucede lo mismo con la mayor parte de los hombres. En términos generales, siguiendo con la analogía del mercado, podríamos decir que para el hombre el sexo es un bien escaso. Esto no significa que todo hombre sea un indigente sexual sino, simplemente, que para las mujeres no es un problema conseguir sexo con un hombre de forma gratuita e inmediata (pues existe una gran demanda), mientras que para la mayor parte de los hombres sí lo es. Una de las aristas de este fenómeno es el enorme negocio de la prostitución, que ubica a millones de hombres como consumidores y a miles de mujeres en situaciones de riesgo.

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Cómo abrir la conversación

Muy pocas veces sucederá que ellas inicien una interacción con nosotros. Y aunque existen técnicas para lograr llevarlas a esa situación, son muchas las mujeres que nunca se aproximarían a un desconocido con la intención de seducirlo. La mayor parte de las veces, seremos nosotros los encargados de comenzar a interactuar. Para eso, utilizaremos una frase a la que denominaremos opener o abridor.

Iniciar una conversación fluida con una mujer que no nos conoce puede ser complicado si no tenemos en cuenta determinados factores. Como ya vimos, las mujeres atractivas están socialmente más demandadas que los hombres. Por ende, su valor social es más alto. Es una realidad con la que debemos lidiar: ellas reciben constantemente propuestas sexuales, nosotros no. Si tenemos esto en cuenta, basaremos nuestras técnicas de seducción en anticipar el pensamiento femenino; buscaremos ponernos en su lugar y estar siempre un paso adelante. ¿Qué es lo primero que piensa una mujer cuando se le acerca un hombre que no conoce para hablarle? Lo resumiremos en tres preguntas que circulan por su cabeza cuando esto sucede: “¿Otro más? ¿Qué quiere? ¿Cuánto tiempo va a estar aquí?”

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Tratemos por un instante de entender el pensamiento femenino. Si bien casi todas ellas reciben propuestas sexuales constantemente, la gran mayoría se queja de que los hombres interesantes escasean. Si no comprendemos esto, no entenderemos en absoluto a las mujeres; debemos recordarlo siempre al comienzo de una interacción.

Para que una mujer (o un grupo de mujeres) acepte interactuar con nosotros y logremos evitar el rechazo inicial, tendremos que desactivar sus reflejos. No es tan difícil. Sólo debemos emitir las señales correctas en los primeros segundos de interacción, de modo tal que ellas sientan: a) que nuestro tiempo es muy valioso y nos quedaremos allí sólo en la medida en que ellas ganen nuestra atención, b) que no tenemos un interés sexual inmediato y c) que, por el contrario, hay una razón diferente y genuina que nos lleva a aproximamos.

Para lograr nuestro primer objetivo, utilizaremos una técnica que fue sistematizada por primera vez en Venusian Arts1, el libro escrito por Mystery . En su forma más básica, la FLT puede reducirse a una sola frase: “Chicas, tengo un minuto…”.

El objetivo de la FLT es desactivar el escudo de protección de las mujeres; que ellas estén dispuestas a iniciar una interacción. Si nos aproximamos diciendo: “Chicas, tengo dos horas para abordar un tema, ¿me ayudan?”, seremos descartados de inmediato. Nadie inicia una interacción con esa frase, pero casi todos generan una respuesta de rechazo cuando pronuncian cualquiera de las frases hechas que antes mencionamos (“¿Cómo te llamás?”, “¿Nos conocemos?”, etcétera). Quien lo hace, se muestra dispuesto a permanecer en ese lugar hasta lograr su objetivo sin importarle cuánto tiempo le demande y lo más probable es que, justamente por eso, sea descartado de inmediato.

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La FLT comunica todo lo contrario: “Estoy de paso, en realidad me tengo que ir pero esto que estamos hablando me parece interesante”. Eso predispone mejor al grupo para escucharnos. Y al observar que las mujeres responden satisfactoriamente a nuestra frase inicial, sabremos que ya no somos “uno más” para ellas.

Las características de un opener efectivo

Ya hemos mencionado que en cualquier opener - o “abridor de conversación” – es fundamental no demostrar un interés sexual inmediato. Al iniciar una interacción, debemos salir del conjunto de los “desesperados por el sexo” y comenzar a revelarnos más bien como uno de esos hombres interesantes que escasean. Las preguntas situacionales, como “¿Dónde queda el baño?” o “¿Tienen fuego?” quizá habiliten un diálogo mínimo pero, en definitiva, no impedirán que sigamos siendo un “don nadie” para ellas.

Para iniciar exitosamente una interacción, buscaremos openers que, unidos a la FLT, constituyan temas de conversación interesantes y que, a la vez, nos permitan mostrarnos tal cual somos y dar a conocer esas particularidades que nos hacen únicos y muestran nuestro valor.

Existen decenas de openers “enlatados”, es decir, líneas de diálogo que se han probado como efectivas para iniciar una interacción con desconocidas. Aquí van algunas:

–Necesito una opinión femenina: ¿quién miente más, el hombre o la mujer?

–Ayúdenme con esto: ¿cómo le digo que no a una mujer sin lastimarla?

–¿Qué le regalarían a una mujer de XX años?

–Preciso un consejo: ¿sexo o chocolate?

EL juego de la Seduccion WEB

* Fragmento del libro “El Juego de la Seducción. Todo lo que un hombre debe saber sobre las mujeres”. Adaptado para INFOBAE.COM con autorización de la editorial DibuksLos primeros capítulos pueden descargarse gratis en la web de la editorial.

+ Información sobre el libro.