En 2011 dos potencias se unieron: por un lado los All Blacks, la selección neozelandesa de rugby que para muchos es la mejor del mundo; y por el otro la célebre marca italiana Bulgari, que también para muchos es la número 1 del planeta en el rubro de las joyas y los artículos de lujo.
Fundada en 1884 en Roma, la firma de la península decidió celebrar su 130º aniversario con el lanzamiento de una edición especial de Octo, uno de sus relojes más emblemáticos, dedicada al equipo maorí.
La novedad se llama Bulgari Octo All Blacks, y cuenta con varios detalles que dejan en claro su gran nivel de sofisticación técnica. Uno de ellos es su caja de acero de 41,5 milímetros con tratamiento DLC (Diamond Like Carbon).
Otro aspecto relevante es que el fondo del reloj es de cristal de zafiro ahumado, y además está adornado con el emblema del equipo de rugby de Oceanía: un helecho de plata.
El preciso mecanismo de cuerda automática con que cuenta la nueva versión del Octo, que tiene un precio de más de 9.000 dólares, puede llegar a ser sumergido hasta 100 metros de profundidad sin que el dispositivo sufra daños. Y como no podía ser de otra manera, el regalo se entrega en un estuche con forma de pelota de rugby.
Cuando los All Blacks y Bulgari sellaron su alianza, el símbolo para inaugurarla en la práctica fue una exclusiva creación de alta relojería realizada también en una edición especial. En aquel caso se trató del Bulgari Endurer Chronosprint All Blacks, un reloj dotado con una función cronógrafo única.
Al igual que en el Octo, su caja se confeccionó con el tratamiento Diamond Like Carbon, que protege la superficie de color negro y le garantiza una resistencia absoluta.
A su vez, la esfera fue decorada con el Koru, un motivo simbólico de los tatuajes maoríes que representa la vida, el crecimiento, la fuerza, la paz y el renacimiento. Todas ellas expresiones de la permanente renovación de la leyenda de los All Blacks y los valores fundacionales que siguen inspirando al equipo, ganador del Mundial de Rugby en 1987 y 2011.
