El difícil arte de ser papá

#AyMamita!

Por suerte los tiempos cambiaron y los hombres ahora se ocupan de cambiar pañales, bañar a los bebes, darles la mamadera y hacerlos dormir a la par nuestra. También es verdad que ahora nosotras trabajamos a la par de ellos. Estas transformaciones me parece que nos enriquecen a ambos. 

Debo reconocer que mi marido hay días en los que cambia más pañales que yo, viene a todas las consultas con el pediatra y se sienta a jugar con gran placer.

Sin embargo, por más que sean grandes papás, profesionales exitosos, entendedores del arte y excelentes deportistas hay algunas cuestiones en torno a la paternidad que los superan y ya se volvieron clásicas:

  •  Quiere teta: Si tu bebe llora y él no sabe cuál es el motivo, a los 45 segundos de intentar calmarlo sin éxito automáticamente va a decidir que la criatura quiere teta aunque haya visto que acaba de terminar de comer.
  • ¿Qué le pongo?: Cada vez que le pidas a tu media naranja que se ocupe de vestir a tu hijo, te va a hacer la misma pregunta, y vos vas a pensar para tus adentros “Ropa tarado, ponele ropa” pero te vas a llamar a silencio, y le vas a alcanzar algo para que el chico no termine saliendo de casa como un payaso.
  • Un gran momento por la que todas alguna vez pasamos, es verles la cara que ponen cuando les pedimos que nos alcancen una babita y ellos no entienden de qué raro objeto no identificado les estamos hablando.
  • ¿Por qué me tengo que levantar yo también si la teta se la das vos?: Desde su lógica es cierto que ellos no cumplen ningún rol fundamental durante la teta de la madrugada. Yo les recomiendo que aunque sea para mirarnos se levanten igual. Deberían tener en cuenta que son sólo algunos meses de hacer el esfuerzo y que en caso contrario tenemos toda la vida para recriminarles que no lo hicieron,
  • Algunos necesitan tener un GPS incorporado ¿Dónde está la toalla? ¿Porta chupete? ¿Body? ¿Pantalón? ¿Pañal? Etc. Como si el placard del bebe fuera un agujero negro que los transporta a otra galaxia y son incapaces de encontrar nada.
  • Se hizo caca. ¿Qué le pongo, me traes algo? Es un clásico,  jamás van a agarrar el algodón y el pañal antes de sacarle el anterior. El resultado es verlos hacer malabares para que nuestro hijo no se manche hasta la nuca.
  • ¿Por qué hay que cambiarlo de vuelta?: Los hombres no logran entender por qué un bebé usa pijama y nosotras lo cambiamos a la mañana aunque no salga de casa (debo reconocer que a veces yo tampoco lo entiendo, creo que es para usar toda la ropa que le regalaron y que rápido le va a dejar de entrar).

En conclusión, si bien es cierto que por suerte y para felicidad de todos los hombres tienen un rol muchísimo más activo en la casa y el cuidado de los hijos, hay frases de las que no nos vamos a salvar. Eso sí: ¡Qué bonitos nos hicieron a nuestros bebes!