La pregunta: ¿Cómo puedo hacer mi motor cohete? (1ra parte)

#ModelismoEspacial

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Últimamente hemos estado trabajando mucho con las mediciones en banco de los motores nacionales, y la verdad es que estamos sumando muchos conocimientos a los que ya teníamos de antemano. Justamente por este motivo y por las reiteradas consultas respecto a este tema es que a mi amigo Guillermo Descalzo se le ocurrió escribir esta serie de notas. No se las pierdan!!

Como complementos y adaptaciones a un viejo artículo, es interesante hacer notar que esta nota puede no gustar a todo el mundo… pero también es interesante poner en claro que la cohetería es una actividad que hay que encarar del mismo modo en la que uno se comería un elefante: de a poco, parte por parte.

Y así se llega muy alto…

Una de las preguntas más comunes que siempre recibimos es más o menos esta: “¿Me pueden explicar cómo hacer mis propios motores cohete?” Y como complemento, siempre surge la misma justificación: “Si no hago el motor… ¿Cuál es la gracia de esta actividad?”  Parece una propuesta válida, sustentable… Sin embargo, no necesariamente se debe estar de acuerdo con esto.

No le diremos aquí que nunca haga usted su motor, sería necio prohibirle a alguien que haga lo que quiera, siempre dentro de las acciones legales… sino que le explicaremos que un motor cohete no es lo primero que un aficionado debe encarar y le daremos razones para que usted mismo comprenda por qué no es conveniente de ningún modo hacer uno mismo sus motores para modelismo.

Estas cuestiones siempre nos hacen pensar, y por eso nos gusta dar nuestras opiniones al respecto. Tal como decíamos más arriba, entendemos que como no todo el mundo puede estar de acuerdo con esto, por eso nos conformamos si al menos logramos que cada aficionado o cada interesado piense profundamente acerca de sus expectativas.

motores estes

Un motor cohete de único uso (es decir, un motor de modelismo, de esos  que se emplean y se descarta luego la carcasa de papel especial una vez utilizado el motor) parece un dispositivo sencillo… y de hecho LO ES. Pero es sencillo cuando uno lo ve terminado y listo para su uso, lo cual no implica que sea fácil de hacer.

Adicionalmente, no es sencillo hacer un motor pequeño, lo cual tampoco implica que con sólo agrandar sus medidas la cosa sea más fácil: en el mundo real hay muchas cosas que no “escalan” bien, es decir que hay cosas que si uno simplemente las hace más grandes multiplicando sus medidas… directamente no funcionan.

Otra cosa que hay que tener en cuenta es que un motor cohete no está hecho con compuestos químicos como los que se usan normalmente para encender un fuego o para cargar armas. En otras palabras: cualquier recipiente lleno de cabezas de fósforos o de pólvora NUNCA se comportará como un motor cohete, sino que INVARIABLEMENTE estallará, con GRAN peligro.

¿Y cómo sabemos eso? Quienes escribimos estas páginas –y algunas de las personas cuyas fotografías o nombres aparecen aquí- llevamos muchas DECADAS en la práctica de la cohetería; uno de los aprendizajes que hemos adquirido en ese tiempo es simple: no se aprende nada repitiendo “experimentos” fallidos.

Motores Cohete y Seguridad
Antes de 1958, en las primeras épocas de la cohetería amateur en los Estados Unidos, hubo tantos accidentes en la preparación no profesional de motores que se llegó a prohibir la actividad en muchos estados del país del norte.- El Instituto Norteamericano de Aeronáutica y Astronáutica (AIAA, por sus siglas en inglés), estima que uno de cada siete aficionados de aquella época resultó gravemente lastimado en la manufactura de motores y de cohetes… Pero aquí estamos hablando de otra cosa…

En Argentina se cuenta con números muy buenos en cuanto a alta seguridad.- En razón a la cantidad de motores comerciales de fabricación nacional legal y autorizada vendidos entre principios del 2001 y fines de 2013, es posible afirmar que en nuestro país hemos usado varios miles de motores en esos años (unos 17 mil motores de modelismo).- Si comparamos esa cantidad de lanzamientos con los accidentes personales sufridos (ninguno), podemos decir que en la actividad cohetera modelista argentina se llegó a lograr la mejor ecuación, que no es necesariamente hacer la máxima altura a cualquier costo, sino que es alcanzar buenas alturas con precios moderados y con una tasa de accidentes personales igual a cero.-

Y es bueno reforzar que no estamos hablando de bajos porcentajes de accidentes o siniestralidad, sino que son valores absolutos: CERO, no hubo ningún accidente personal ni daños a terceros durante AÑOS de práctica…

Dicho en otras palabras: en Argentina, usando motores de fabricación nacional autorizada, de venta libre y legal, en un entorno adecuadamente controlado y siguiendo estrictamente las recomendaciones del fabricante, ningún cohetero modelista tuvo jamás ningún problema.- Y estas estadísticas responden a cifras comprobadas durante VARIOS MILES de lanzamientos registrados, es decir que no se trata de unos pocos hechos aislados.- Decenas de chicos y sus padres han lanzado en Argentina sus cohetes semana tras semana… sin ningún problema.- Es decir que si todos hacemos las cosas como es debido, no tendremos inconvenientes.-

Pero… ¿seguro que es posible hacer daño a otros o hacerse daño?

Lo veremos en la próxima entrega…

Roberto Müller
para Tur Aire Libre

 

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