Chile 1962: Brasil campeón con doce jugadores

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Porque nada tenemos, lo haremos todo” fue lo que dijo Carlos Dittborn, presidente del Comité Organizador del Mundial, cuando se confirmó en el Congreso de Lisboa que Chile iba a recibir a la séptima edición de la Copa del Mundo. La falta de buenas comunicaciones, la incipiente infraestructura turística y el pésimo estado en el que se encontraban las sedes deportivas, llevaron a que el país transandino desarrolle una importante inversión que consistió en la ampliación y creación de estadios, hoteles y hasta la instalación de la primera estación de televisión, algo inédito para la época.

Adoptando el sistema del torneo anterior, dividiendo a los 16 equipos en 4 zonas en el que los dos primeros avanzaban a los cuartos de final, Brasil se presentó a disputar la competición con prácticamente los mismos veteranos que se habían consagrado en Suecia. Es decir, que los “cariocas” volvieron a ser la vedette del certamen, aunque su estrella más rutilante, Pelé, debió abandonar el Mundial por un desgarro sufrido en el segundo compromiso ante Checoslovaquia.

En cambio, la Argentina, que venía de hacer un papelón en el desastre de 1958, volvió a ser eliminada en primera ronda. Según Silvio Marzolini, eso se dio porque “los compañeros que habían estado en aquel torneo, le transmitieron a los nuevos convocados una sensación de peligro constante”. Además, en el partido contra Inglaterra, donde el empate favorecía al elenco nacional, el técnico Juan Carlos Lorenzopreparó al equipo para que los esperemos en nuestro campo, pero una hora antes de salir a la cancha decidió que fuéramos al ataque, lo que no nos favoreció y terminamos perdiendo 3 a 1”, recordó el defensor, que cuatro años después fue seleccionado en el equipo ideal.

Otro de los candidatos era España, que tenía entre sus filas al húngaro Ferenc Puskas y al argentino Alfredo Di Stéfano. Sin embargo, la selección ibérica no pudo contar con la “Saeta Rubia” porque llegaba con una fuerte lesión que había sufrido en un partido de Liga jugando para el Real Madrid. Además, la soberbia de su técnico Helenio Herrera, también perjudicó a la “Roja”: en el duelo ante Brasil por la fase de grupos, el coach realizó nueve cambios porque el elenco sudamericano había perdido a su máxima figura. “Sin Pelé, Brasil es débil ¿Quién es Amarildo?” había dicho el entrenador en la previa del choque que terminó con victoria “carioca” por 3 a 1 gracias a dos goles del reemplazante del “Rey”. Así, la selección europea también se volvió a casa en la fase de grupos.

Los triunfos ante Inglaterra, por los cuartos de final, y a Chile, en las semifinales, depositaron al conjunto dirigido por Aymoré Moreira, en el partido decisivo de la cita mundialista. La conquista por 3 a 1 ante Checoslovaquia convirtió a Brasil en el bicampeón, logrando tener como principal protagonista a Vavá, único jugador en la historia en haber marcado goles en dos finales consecutivas. Además, el conjunto “verdeamarela” utilizó solamente a doce jugadores para levantar la copa.

A pesar del merecido triunfo brasileño, el Mundial de Chile no pasó a la historia por sus innovaciones técnicas ni por la brillantez de sus figuras. Fue un campeonato gris, con selecciones de bajo nivel futbolístico, en el que los reiterativos incidentes ocurridos dentro del campo de juego opacaron la emoción y la mística del fútbol. Con la “Batalla de Santiago” como principal ejemplo, la violencia se terminó adueñando de un espectáculo que sólo ofreció la pasión de un pueblo.