El partido inaugural: las sorpresas que se dieron a lo largo de la historia

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La primera vez que se produjo un resultado inesperado en la apertura de la Copa del Mundo fue en Italia 1934. El 27 de mayo de ese año, la Argentina inició su periplo por Europa con una derrota frente a Suecia. Todavía con el brillo de la medalla de plata conseguida en Uruguay, los albicelestes cayeron ante el combinado del húngaro Joszef Nagy por 3 a 2. Si bien la jornada en Bologna había comenzado de la mejor manera para los criollos, por el prematuro gol de Ernesto Belis, la reacción nórdica no tardó en llegar a través de Sven Jonasson. En el complemento Alberto Galateo volvió a poner a los sudamericanos en ventaja, pero el jugador del  Allsvenskan volvió a emparejar para los escandinavos, quienes a 11 minutos del final se quedaron con el triunfo gracias a la intervención de Knut Kroon. Fue debut y despedida para el subcampeón del mundo, dado que el formato del torneo comenzaba a partir de los octavos de final.

Sorpresas inaugurales 1934

En Francia ‘38, Alemania había preparado un equipo competitivo con la intención de ser uno de los animadores del campeonato. Tras el fracaso de los Juegos Olímpicos de Berlín, donde fueron eliminados por Noruega en su segundo compromiso, el nazismo quiso demostrar la superioridad de la raza aria. Sin embargo, la primera experiencia de Josef Herberger en la cita mundialista no fue la esperada: en su debut igualó 1 a 1 con Suiza, lo que provocó un nuevo enfrentamiento para dirimirse el boleto a los cuartos de final. En la revancha, la escuadra alpina se impuso 4 a 2 y despachó a un combinado con muchas pretensiones, pero pocos resultados.

Casi tres décadas más tarde, el mítico estadio de Wembley fue escenario de una nueva sorpresa inaugural. Inglaterra tenía todo organizado para que la fiesta comience de la mejor manera, pero los anfitriones de la Copa no contaron con la rígida solvencia de Uruguay. Más de 85.000 personas presenciaron el partido que concluyó empatado sin goles y decepcionó a todo Londres. De todos modos, el último día de la competición, Bobby Moore recibió la Jules Rimet de manos de la reina. Un campeón tan esperado, como polémico.

16 años después, Argentina volvió a comenzar un Mundial con el pie izquierdo. Con la base del equipo que se había consagrado en sus propias tierras, junto con los refuerzos de Diego Maradona y Ramón Díaz, los conducidos por César Luis Menotti cayeron por la mínima diferencia ante Bélgica. Cerca de 95.000 espectadores estuvieron presentes en el Camp Nou para observar el tanto de Erwin Vandenberg, que significó una premonición del fracaso que iba a protagonizar el elenco del “Flaco” en España‘82.

La edición de México’86 también se caracterizó por comenzar de la manera más inesperada. Italia, que llegaba con el objetivo de repetir lo que había hecho en el país ibérico se encontró con una Bulgaria batalladora, que le generó más de un dolor de cabeza. El gol de Alessandro Altobelli sirvió para que la “Azzurri” se ponga en ventaja y se esperance con el triunfo. Sin embargo, su juego mezquino basado en el “Catenaccio” no fue suficiente para cerrar el duelo, dado que a 5 minutos del final Nasko Sirakov puso cifras definitivas en el estadio Azteca. El empate obligó al seleccionado conducido por Enzo Bearzot a clasificarse segundo a los octavos de final, donde se despidió ante Francia.

En la Copa del Mundo organizada por Italia, en 1990, también se produjo la frustración de un campeón derrotado en su primera presentación. Una vez más, la Argentina fue partícipe de un papelón inesperado, ya que nadie se imaginaba a Diego Maradona y compañía de rodillas frente a Camerún. El juego brusco de los africanos y el grosero error de Nery Pumpido fueron algunas de las razones para que Francois Oman Biyik establezca la sorpresiva victoria en el Giuseppe Meazza. “Si quedamos eliminados en primera ronda, que el avión se caiga antes de volver al país” había dicho el entrenador, Carlos Salvador Bilardo, quien se las ingenió para superar las adversidades y llevar a sus dirigidos a la final. Un hecho tan meritorio que en su regreso a Buenos Aires, los jugadores fueron catalogados como “Héroes igual”.

La conquista de Alemania sobre Bolivia, en USA‘94 fue considerada muy estrecha para los fanáticos germanos, ya que basaron sus críticas en la mezquindad en el resultado. No obstante, el 1 a 0 logrado en el Soldier Field de Chicago consolidó al equipo comandado por Berti Vogts como al primer defensor del título que ganó en su debut después de 24 años. El último triunfo había correspondido a Inglaterra en México’70, donde se impuso por la mínima diferencia frente a Rumania. Sin dudas, la desgracia de Carlos Trucco y el oportunismo de Jürgen Klismann cortaron una racha adversa para los reyes del fútbol.

Por su parte, en la primera cita del Siglo XXI, Francia volvió a sorprender con una caída impensada. “Le Bleu”, que llegaba como una de las candidatas al trono por lo que había hecho en el Mundial anterior y en la Eurocopa del 2000, se vio superada por Senegal, un conjunto sin experiencia que llegó hasta los cuartos de final. El grito de Bouba Diop enmudeció a las 62.000 almas que habían arribado a Seúl para festejar con los europeos. La pésima participación de los galos provocó la rápida destitución de Roger Lamerre como entrenador, quien buscó nuevos horizontes en Túnez, donde también fue despedido por no cumplir con los objetivos en la Copa África.

Finalmente, Costa Rica se lleva una mención especial por lo que hizo en Alemania 2006. Con el arbitraje de Horacio Elizondo, los ticos batallaron como pudieron frente a los locales. Aquella tarde de Munich, Philipp Lahm abrió el marcador para los germanos, pero Paulo Wanchope igualó para los centroamericanos. Miroslav Klose, en dos ocasiones, volvió a sacar diferencias, aunque el delantero de Heredia le devolvió las esperanzas a los de Alexandre Borges Guimaraes. Sueño que se esfumó en el cierre del espectáculo con el tanto de Torsten Frings. A pesar de la derrota, la “Tricolor” conmovió al globo con su sacrificio y aportó un gran show en el certamen internacional.

El 12 de junio, en el Arena de San Pablo, Brasil y Croacia abrirán una nueva edición de la Copa del Mundo, y en dicho compromiso, Stipe Pletikosa, Luka Modric, Darijo Srna, Mateo Kovacic y Mario Mandzukic buscarán dar el golpe ante el anfitrión del torneo.Naturalmente, los europeos quieren aguarle la fiesta a un combinado, que entre otros factores, deberá superar la presión de su gente.

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