Los hechos más insólitos de Brasil 2014

#Mundialistas

En la Copa del Mundo organizada por el país sudamericano, Alemania consiguió su cuarta estrella después de 24 años. Tras el título obtenido en Italia ‘90, los germanos volvieron a la cima del globo con una demostración de su capacidad goleadora. Con sus 18 conquistas, los conducidos por Joachim Löw igualaron la cifra que había conseguido Brasil en Corea-Japón 2002, y sólo quedaron por debajo de los campeones de 1954 (que mantiene el récord de 25 tantos) y 1970 (considerado el mejor equipo de la historia que acumuló 19 gritos). Además, el experimentado delantero Miroslav Klose se consagró como el máximo artillero de los mundiales: con sus 16 goles anotados en las últimas cuatro ediciones, destronó a Ronaldo, quien mantenía la marca de 15.

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Más allá de la gloria germana, antes de comenzar la competición, la delegación de Camerún amenazó con no presentarse al torneo por una deuda que la Federación mantenía con sus jugadores. Con una demora de doce horas, los “Leones Indomables” arribaron a Río de Janeiro, para luego trasladarse a Natal, donde cayeron en su debut frente a México por 1 a 0. Las goleadas adversas ante Croacia (4-0) y el anfitrión (4-1) devolvieron al equipo de Volker Finke al continente africano.

Otro de los puntos conflictivos que tomó gran protagonismo fue la fiesta inaugural. Las críticas que recibió la ceremonia de apertura fueron opacadas con la noticia que reveló una posible catástrofe, dado que en el acto se produjo un confuso episodio que estuvo cerca de culminar en disparos. La presencia de un integrante del Grupo de Acciones Tácticas de la Policía Militar a unos metros de la presidenta Dilma Rousseff, generó una gran preocupación en uno de los francotiradores que pidió la autorización para ejecutar al presunto terrorista disfrazado. Sólo por la rápida reacción de un agente que se encontraba en la sala de monitoreos no se efectuó el tiro, ya que el sospechoso fue reconocido por un compañero.

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Si de errores se trata, lo que le ocurrió a una pareja australiana también es de destacar: Orin y Melissa Van Lingen planearon su luna de miel con el objetivo de ver el sorpresivo partido que animaron España y Holanda. Sin embargo, la compañía que les vendió los pasajes confundió el destino de Salvador Bahía con El Salvador, y los enamorados no se dieron cuenta de ello hasta que llegaron al aeropuerto de Los Ángeles. “Nosotros debíamos hacer una escala allí para luego viajar a Brasil, pero no fue lo que pasó. Cuando llegamos a Estados Unidos nos enteramos que no había más vuelos” reconoció la angustiada mujer, que se perdió la histórica goleada del conjunto de Louis van Gaal.

Una situación similar le ocurrió a un simpatizante chileno, quien desvió su destino por 1.700 kilómetros al creer que el equipo de Jorge Sampaoli iba a debutar en Curitiba, frente a Australia. Tal vez por no contar un GPS el fanático se perdió la victoria sudamericana (3-1), y se quedó en la sede que se caracterizó por los duelos menos atractivos del certamen: Irán 0-0 Nigeria, Honduras 1-2 Ecuador, Australia 0-3 España (ya eliminada) y Argelia 1-1 Rusia.

En el plano estrictamente futbolístico, Estados Unidos marcó el gol más rápido del torneo en la victoria sobre Ghana (2-1). En la primera presentación del elenco de Jürgen Klinsmann, Clint Dempsey abrió la cuenta a los 32 segundos de juego para sellar la conquista más veloz. André Ayew igualó transitoriamente para los africanos y John Brooks sentenció las cifras definitivas para el inicio de una incursión que sería sumamente favorable para los americanos.

Por su parte, Rusia también se destacó en el aspecto deportivo, aunque los conducidos por Fabio Capello hubiesen preferido pasar desapercibidos. Sobre todo por la tarea de Ígor Akinfeev, quien cometió un insólito fallo que perjudicó a sus compañeros. En el trabado duelo ante Corea del Sur, el arquero se desconcentró y le dio la posibilidad a Lee Keunho de poner a los asiáticos en ventaja. De todos modos, el choque terminó igualado gracias a la intervención de Alexander Kerzhakov, quien había comenzado la partida en el banco de suplentes.

Los que llamaron la atención fueron los uruguayos.Tras haber perdido en su primera presentación frente a Costa Rica (3-1), los dirigidos por Oscar Washington Tabárez tenían la obligación de ganarle a Inglaterra para seguir en carrera. Los goles de Luis Suárez fueron fundamentales para conseguir la hazaña (Wayne Rooney había igualado parcialmente), pero lo que conmovió al mundo fue la actitud de Álvaro Pereira, quien a pesar de haber recibido un rodillazo en la cabeza, y de haber estado inconsciente por unos instantes, el volante se negó a salir del campo para continuar con la inolvidable gesta.

En cambio, la máxima figura charrúa cometió una acción antideportiva ante Italia y se perdió el resto del certamen. En el triunfo que “La Celeste” consiguió contra la “Azzurri” (1 a 0, gracias al gol de Diego Godín), el delantero del Liverpool (luego fue transferido al Barcelona) mordió a Giorgio Chiellini, en una conducta que ya la había realizado en su paso por la Premier League y el Ajax. El único que salió favorecido de esa insólita maniobra fue un apostador noruego, que se adjudicó más de 3000 dólares por la inversión que había realizado, al considerar que “Luisito” iba a volver a mostrar sus dientes.

El que se transformó en un ejemplo fue Faryd Mondragón. El colombiano pasó a ser el jugador más longevo en participar de la cita mundialista. A los 85 minutos del pleito ante Japón (4-1) José Néstor Pekerman decidió sustituir a David Ospina, para que el ex Independiente rompa la marca con sus 43 años y desplace al africano Roger Milla, quien había participado del Mundial de Estados Unidos con 42.

Finalmente, la actuación de Brasil también dio que hablar en la Copa del Mundo. Luego de conseguir el boleto a los octavos de final en la cima del Grupo A, los de Luiz Felipe Scolari tuvieron que sufrir para eliminar a Chile. después de un empate en los 120 minutos, los penales derivaron al pentacampeón a la fase de los ocho mejores. El dramatismo fue tan notorio, que el ejemplo más claro es el que vivió un fanático, que siguió el partido desde su casa. En repentino desahogo, el “torcedor” no pudo contener su emoción cuando observó el disparo desviado de Gonzalo Jara. Lamentablemente para el hincha, fue lo último que pudo mirar, dado que de un golpe destrozó su televisor.

Tal como ocurrió en 1950, en el llamado “Maracanazo”, los anfitriones volvieron a quedarse en las puertas de un título, ya que en las semifinales, Alemania destrozó al “Scratch” con un humillante 7 a 1. Un resultado que el seleccionado más ganador de la historia nunca había recibido. Fue la despedida del máximo candidato, que nunca demostró estar a la altura de las circunstancias.

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