ANEMIAS

#Nutrición
Por: Dana Sobol

La anemia es una afección en la cual el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos.
Los glóbulos rojos suministran oxígeno a los tejidos corporales.

Aunque muchas partes del cuerpo ayudan a producir glóbulos rojos, la mayor parte del trabajo se hace en la médula ósea (tejido blando en el centro de los huesos que ayuda a la formación de las células sanguíneas).
Los glóbulos rojos sanos duran entre 90 y 120 días, partes del cuerpo eliminan luego las células sanguíneas viejas.
Una hormona llamada eritropoyetina producida en los riñones le da la señal a la médula ósea para producir más glóbulos rojos.
La hemoglobina es la proteína que transporta el oxígeno dentro de los glóbulos rojos y les da su color rojo. Las personas con anemia no tienen suficiente hemoglobina.
El cuerpo necesita ciertas vitaminas, minerales y nutrientes para producir suficientes glóbulos rojos, el hierro, la vitamina B12 y el ácido fólico son tres de los más importantes. Es posible que el cuerpo no tenga suficiente de estos nutrientes debido a:
- Cambios en el revestimiento del estómago o los intestinos que afectan la forma como se absorben los nutrientes (por ejemplo, la celiaquía).
- Alimentación deficiente.
- Pérdida lenta de sangre (por ejemplo, por períodos menstruales copiosos o úlceras gástricas).
- Cirugía en la que se extirpa parte del estómago o los intestinos.

Las posibles causas de anemia son:
- Ciertos medicamentos.
- Destrucción de los glóbulos rojos antes de lo normal (lo cual puede ser causado por problemas con el sistema inmunitario)
- Enfermedades prolongadas (crónicas), como cáncer, colitis ulcerativa o artritis reumatoidea.
- Algunas formas de anemia, como la talasemia, que pueden ser hereditarias.
- Embarazo.
- Problemas con la médula ósea, como el linfoma, la leucemia, el mieloma múltiple o la anemia aplásica.

Síntomas
Si la anemia es leve, es posible que no se tenga ningún síntoma. Si el problema se desarrolla lentamente, los síntomas que pueden producirse primero son:
- Sentirse malhumorado
- Sentirse débil o cansado más a menudo que de costumbre, o con el ejercicio
- Dolores de cabeza
- Problemas para concentrarse o pensar
Si la anemia empeora, los síntomas pueden ser:
- Color azul en la esclerótica de los ojos
- Uñas quebradizas
- Mareo al ponerse de pie
- Color de piel pálido
- Dificultad para respirar
- Lengua adolorida

Pruebas y exámenes:
El médico realizará un examen físico y puede encontrar:
- Soplo cardíaco
- Hipotensión arterial, especialmente al pararse
- Piel pálida
- Frecuencia cardíaca rápida

Los exámenes de sangre utilizados para diagnosticar algunos tipos comunes de anemia pueden abarcar:
- Niveles sanguíneos de hierro, vitamina B12, ácido fólico y otras vitaminas y minerales
- Conteo de glóbulos rojos y nivel de hemoglobina
- Conteo de reticulocitos

Tratamiento:
El tratamiento se debe orientar hacia la causa de la anemia y puede incluir:
- Transfusiones de sangre
- Corticoesteroides u otros medicamentos para inhibir el sistema inmunitario
- Eritropoyetina, un medicamento que ayuda a que la médula ósea produzca más células sanguíneas
- Suplementos de hierro, vitamina B12, ácido fólico u otras vitaminas y minerales

Tipos de anemias:
1) Anemia ferropenica o por déficit de hierro
El hierro es un mineral presente en todas las células del organismo y que desarrolla numerosas funciones vitales. Un desequilibrio de hierro, ya sea por déficit o por sobrecarga, puede afectar a múltiples órganos. La anemia por deficiencia de hierro, también conocida como anemia ferropénica (reducción de los niveles de hierro en la sangre).
Causas:
- No absorción de hierro en el tracto digestivo
- Sangrado crónico
- Ausencia de hierro en la dieta (mas frecuente)
Los grupos de población con riesgo de carencia de hierro son:
- Niños de 6 meses a 2 años, los adolescentes y las mujeres en edad fértil, durante el embarazo y la lactancia.
- Dietas vegetarianas estrictas y las hipocalóricas.
Tratamiento:
Aunque el tratamiento principal de la anemia ferropénica es la administración oral de hierro, también es recomendable aumentar la ingesta de alimentos ricos en este nutriente y asegurar su máxima absorción.
Si se toman suplementos de hierro, es recomendable ingerirlos entre comidas, ya que la absorción aumenta cuando el estómago está vacío.
Acompañados de jugo de naranja, porque la vitamina C favorece la conservación del hierro e incrementa la absorción.
El hierro que ingerimos a través de la alimentación puede ser de origen animal (hemo) o vegetal (no hemo). El tipo de hierro que mejor se absorbe es el de origen animal que contienen las carnes rojas, el pavo, el conejo, hígado, el pescado, los crustáceos (almejas, berberechos, mejillones) y la yema de huevo.
Los alimentos de origen vegetal ricos en hierro son las verduras de hoja: espinacas, acelgas, perejil, y las legumbres. Dentro de los frutos secos, los mas ricos en hierro son los pistachos y las pipas de girasol. Este hierro de origen vegetal se absorbe en poca cantidad porque los vegetales contienen sustancias que lo dificultan: el ácido fítico (presente en lentejas, garbanzos y cereales integrales), el ácido oxálico (contenido en espinacas, acelgas, coles, espárragos y chocolate), los taninos (se hallan en el té, el café y los vinos).

El hierro en otros nutrientes
La vitamina C, presente en los cítricos (naranja, mandarina, kiwi, pomelo, fresa), el tomate, el pimiento y el perejil, ayuda a la absorción del hierro. Por ello, para subir los niveles de hierro se recomienda combinar unos garbanzos con ensalada de tomate y pimiento o unas lentejas con una naranja de postre.

Otro dato a tener en cuenta a la hora de diseñar para combatir la anemia ferropénica es no abusar de los productos con calcio, ya que este mineral puede disminuir su absorción de hierro.

Consejos prácticos
Combinar en un mismo plato una carne o pescado con un alimento vegetal rico en hierro.
Añadir perejil y limón exprimido a las verduras, las carnes y los pescado.
Tomar de postre frutas frescas cítricas (naranja, mandarina, kiwi, fresa) o jugos de cítricos recién exprimidos.
Reducir la ingesta de café, té, vino y vinagre.
No abusar del consumo de pan integral, salvado y cereales integrales. Limitar el uso de suplementos de fibra.
Realizar una dieta variada en la que no falte cualquier tipo de carne (especialmente ternera y cordero), almejas, mejillones, legumbres, frutos secos y verduras de hoja verde.
Separar el aporte de lácteos (leche, yogur, queso) de las comidas principales ricas en hierro.
Favorecer el consumo de alimentos enriquecidos en hierro, como los cereales de desayuno.

2) Anemia por carencia de ácido fólico
Se da sobretodo en embarazadas y lactantes. La diálisis, enfermedades hepáticas o la administración de anticonceptivos orales pueden propiciarlo. Si la dieta no es correcta, los niveles de ácido fólico se agotan en el transcurso de 2 a 4 meses.
Síntomas:
Fatiga, disnea, diarrea o irritabilidad entre otras.
Tratamiento:
Folatos vía oral durante unas semanas.

3) Anemia por carencia de Vit. B12
También conocida como anemia perniciosa. La carencia de esta vitamina suele deberse a la ausencia de una proteína del jugo gástrico necesaria para su absorción.
Síntomas:
Afectan al tubo digestivo, sistema nervioso central y periférico. Puede aparecer hormigueo en pies y manos o falta de memoria, disminución del apetito y cansancio.

Hay más anemias, estas son las principales.