Minerales: indispensables en verano

#Nutrición
Por: Dana Sobol

Los minerales permiten una mejor absorción y utilización de las vitaminas.

Una de las mayores deficiencias actualmente es la de la Vitamina D, varios estudios e informes resaltan niveles de déficit que afectan aproximadamente entre al 70 y 90% de la población.

La Vitamina D necesita Magnesio para poder ser utilizada, y lo que falta en la población es esencialmente el Magnesio, debido a que éste es el principal ión de respuesta al estrés, reacción de defensa exacerbada en la mayoría de la población.

Lo que es cierto, y lo venimos viendo desde hace años, es que el déficit mineral inhibe la absorción y la utilización de las vitaminas. Un claro ejemplo lo tenemos en el proceso de fijación de minerales en el metabolismo óseo, ya que tenemos que tener en cuenta que se trata de una estructura doble, una orgánica y una mineral, lo que permite a su vez resistencia y elasticidad.

La estructura orgánica se compone sobre todo de colágenos y de proteoglicanos y para obtener este colágeno son necesarias principalmente dos fases: la de elongación, que necesita la presencia de Zinc y la de reticulación, que necesita la presencia de Cobre y Silicio. Por su parte los proteoglicanos necesitan la presencia de Manganeso.

En cuanto a la estructura mineral necesita principalmente Calcio que, para poder ser absorbido desde el tubo digestivo, necesita Vitamina D, y para poder pasar del enterocito al medio interno necesita Sodio.

Así, queda de manifiesto que la vitamina D es necesaria para la etapa de fijación mineral sobre la estructura orgánica. Hay que resaltar también el papel de la vitamina D como “protector” en muchos tipos de tumores y recordemos que la Vitamina D necesita del Magnesio para ser correctamente utilizada por nuestro metabolismo. Lo que pone más en evidencia el papel de protección del Magnesio.

  • Verano, temporada que complica la absorción

En verano, nuestro organismo encuentra una mayor dificultad para llevar a cabo la absorción de vitaminas ya que con el calor, aumenta la deshidratación y la pérdida de minerales debido a la sudoración.

Por ello, es fundamental tener, sobre todo en estos meses, un equilibro mineral en nuestro organismo.

  • Remineralizante natural

La mayor parte del magnesio en la dieta proviene de los vegetales, como las verduras de hoja verde oscura. Otros alimentos que son buena fuente de magnesio son:
El cacao, las semillas y frutas secas, el germen de trigo, la levadura de cerveza, los cereales integrales, las legumbres y las verduras de hoja. También se encuentra, pero en menor cantidad, en carnes, lácteos y frutas.
Su absorción se efectúa a nivel intestinal y los elementos de la dieta que compiten con su nivel de absorción son el calcio, el fósforo, el oxalato, las fibras y algunos ácidos grasos (lípidos).

Su ausencia se refleja por la aparición de calambres, debilidad muscular, náuseas, convulsiones, fallas cardíacas y también la aparición de depósitos de calcio en los tejidos blandos.
La necesidad diaria de este mineral, se cubre consumiendo alguna de las siguientes comidas:
Una taza de chocolate con leche, y tres rebanadas de pan integral
Una porción de carne acompañada de ensalada verde
Una taza de legumbres cocidas
Una banana de tamaño grande

  • Fuentes alimenticias de vitamina D

El cuerpo produce la vitamina D cuando la piel se expone directamente al sol. Por eso, con frecuencia se denomina la vitamina de la “luz del sol”. La mayoría de las personas satisfacen al menos algunas de sus necesidades de vitamina D de esta manera.
Muy pocos alimentos contienen vitamina D de manera natural. En consecuencia, muchos alimentos son enriquecidos con esta vitamina. Fortificado o enriquecido quiere decir que al alimento se le han agregado las vitaminas.
La vitamina D se encuentra en los siguientes alimentos:
Productos lácteos: el queso, la mantequilla, la crema de leche, la leche enriquecida.
Pescado graso (atún, salmón y caballa), Ostras.
Cereales para el desayuno, margarina y leche de soya enriquecidos.
Puede ser muy difícil obtener suficiente vitamina D de fuentes alimentarias solamente. En consecuencia, algunas personas posiblemente necesiten tomar un suplemento de esta vitamina.
Se recomienda de 10 a 15 minutos de exposición al sol tres veces a la semana son suficientes para producir los requerimientos corporales de esta vitamina. Es necesario que el sol alumbre sobre la piel de la cara, los brazos, la espalda o las piernas (sin protector solar). Debido a que la exposición a la luz solar es un riesgo para el cáncer de piel, usted debe usar protector solar después de unos cuantos minutos en el sol.