Todo estaba preparado en casa de Violetta Valery, la famosa cortesana brindaría una lujosa fiesta para celebrar su recuperación de una enfermedad. El conde Gastón se encaminaba a casa de su amigo Alfredo Germont que hacía tiempo deseaba conocer a Violetta, iban a ir juntos a la suntuosa velada… pero de pronto apareció un invitado sorpresa: Leandro Iglesias. ¡La magia terminó! El administrador general del Teatro Argentino de La Plata comunicó el levantamiento de la ópera “La Traviata” de Giuseppe Verdi que iba a dar comienzo a una nueva e improvisada temporada lírica del teatro platense, así fue que se suspendió el brindis previsto para la noche del viernes cuando en realidad no había nada porque brindar.
En el mes de marzo el Teatro Argentino de La Plata presentaba tardíamente su temporada lírica 2013 en medio de una situación de profunda problemática económica. El bastión cultural de la Provincia de Buenos Aires y el segundo teatro en importancia de nuestro país en lo que a presentaciones de ópera se refiere se encuentra en medio de una encrucijada de difícil solución. No sorprende a nadie que el viernes pasado a último momento se cancelaran todas las funciones de “La Traviata” por las medidas de fuerza que llevan adelante desde hace varios meses los integrantes de los distintos cuerpos estables del teatro. “Las asambleas de la orquesta autoconvocadas al inicio de los ensayos pregeneral y general, previstos para los días miércoles y jueves pasados, impidieron la realización de los mismos y, como consecuencia, la irremediable imposibilidad de realizar el estreno y las funciones subsiguientes del fin de semana. Esta situación no se puede convalidar y se tomarán todas las medidas administrativas que correspondan“, detalló Leandro Iglesias en su comunicado.
Desde el mes de marzo se está desarrollando una mesa de negociaciones entre los empleados del teatro y las autoridades del Instituto Cultural, pero que no ha llegado a buen puerto. Ahora pregunto ¿cómo se puede seguir construyendo una torre desde lo alto sin asegurar su estructura desde las bases? El pasado miércoles 7 de marzo los trabajadores del teatro llevaron adelante un “espectáculo de protesta” en donde denunciaron “el vaciamiento del Teatro Argentino”. En un comunicado se reclamó que se establezca cuántos trabajadores estables necesita cada sección y cada cuerpo, y en qué puestos y jerarquías. Se pidió que se nombre integrantes para los planteles hasta completar las estructuras.
Con este nuevo papelón de la cancelación de lo obvio el Teatro Argentino de La Plata cede terreno en la lírica, un campo que supo verlo crecer de manera importante en los últimos años y llegando a competir de igual a igual con el Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires. Atrás quedan puestas en escena de gran esplendor artístico, temporadas delineadas en hojas de creatividad plena y artistas que supieron estar a la altura de semejante exposición. Todo es nostalgia e impotencia ante un vacío existencial, aquí cabe un fragmento de la poesía de Luís Alberto Spinetta que grafica de manera perfecta la actual situación del principal teatro bonaerense… “y entre los libros de la buena memoria, se queda oyendo como un ciego frente al mar“.
La respuesta a todos los problemas es una: la Provincia de Buenos Aires está pasando por una profunda crisis financiera, el gobernador Daniel Scioli logró acallar tras un nuevo alineamiento con el gobierno nacional los reclamos de docentes, médicos y judiciales pero los trabajadores del ámbito cultural como siempre quedan para último momento. No se puede hablar de cancelaciones de óperas cuando la incertidumbre gana decididamente la calle de la seguridad laboral, cuando no se atienden los reclamos valederos de los artistas y trabajadores y cuando no se reconocen desde cargos de poder las propias limitaciones para afrontar dificultades que están a la vista de todos.
La Temporada lírica 2013 del Teatro Argentino de La Plata esta terminada sin comenzar, lo mejor sería liberar de una segura cancelación a “El holandés errante” de Richard Wagner, segundo y último título anunciado para el presente año. Necesitamos respuestas inmediatas de los funcionarios a los problemas de la gente y no programaciones emergente e insostenibles. Jorge Telermann como presidente del Instituto Cultural, Juan Carlos D´Amico como asesor provincial del Teatro Argentino y Leandro Iglesias como su director, el futuro inmediato del teatro depende de su administración.
Lamentable presente que parece no encontrar un límite. A veces me pregunto si es un problema de administración o de planificación. Indigna, preocupa, entristece…son muchos los sentimientos que surgen al conocer una realidad tan injusta como tener que decidir a qué sector otorgar lo que necesita y a cual no, siendo que todos son parte de nuestra vida cotidiana.
Alejandro César Villarreal