Tarariras en Chascomús

#Pesca

1

A diferencia de los siete años anteriores, la primavera de 2014 vio aparecer las tarariras en las lagunas de la provincia de Buenos Aires y muy tempranamente. Ya las extrañábamos, luego de que los fríos intensos, con una impensada nevada, las matara en gran cantidad en julio de 2007.

Algunos atisbos habíamos tenido en charcos de Bragado, Monte y Junín, pero nada en firme y con ejemplares chicos. El año pasado, Diego Eyler y Adrián Flex, dos grandes amigos pescadores de Florencio Varela y hacedores de Fisura por la pesca, habían encontrado algunas grandes en bañados del río Salado. Las lluvias de mediados de 2014 complicaron estos pesqueros, que quedaron bajos metros de agua e inaccesibles en muchos casos. Sin embargo, el tesón de Adrián pudo más y las encontró en un campo privado. Obviamente, enseguida accedimos a su invitación.

2

A unos pocos kilómetros al sur de Chascomús, ingresando por caminos de tierra se encuentra una estancia que le ha cedido las llaves a nuestro amigo. Se puede ingresar hasta el casco y, desde allí, se camina bordeando un canal de desagote que, a causa de tantas lluvias, tiene extensos desbordes, donde nos paramos a intentar esta pesca que tanto nos fascina.

Utilizamos, en este caso, equipos de baitcast y spinning, con señuelos de goma blanda a los que trabajamos muy sutilmente: los más rendidores fueron los Highlander y Frog de Spinit que, con el peso del cable de acero y el anzuelo offset descienden suavemente. Una vez que bajaron algunos centímetros, se los recoge lentamente, con golpecitos cortos para que les den vida a sus patitas o colitas. El mejor color: negro.

3

Lisadro Borgo, que me acompañó en la ocasión, logró tres lindos ejemplares usando esta técnica de mucha paciencia, ya que el señuelo queda casi inerte. El guía Jorge Damario probó con boya plop y carnada natural (pedazo de pescado, corazón y rana viva) y también tuvo varios piques y algunas capturas.

Días después, la pesca se puso más complicada: en la medida en que el agua fue bajando y el canal se encauzó fue más difícil encontrarlas acardumadas. Sin embargo, cualquier lluvia fuerte puede hacer que vuelvan los desbordes, donde este pez tan voraz, tan agresivo, tan lindo para la pesca, se haga presente. Y si no, consulten a Adrián (011-15-5155-8849; en Facebook, por su nombre), que él ofrece sus servicios para llevarlos a nuevos lugares que descubra por el cinturón sur de la ciudad de Buenos Aires a no más de doscientos kilómetros.

4

Seguramente, con los calores más intensos de finales de año, nuevos esteros serán tomados por las camadas de tarariras que se arriman a las costas en busca de alimento y procreación. Por eso, y por la escasa cantidad que aún se ven, aconsejamos no matar y devolver todos los peces capturados, sobre todo, ya que se trata de un habitante tan territorial en un medio tan delicado. Pronto volveremos con los muchachos a probar alguno de los nuevos lugares que ellos descubra.

 

Néstor Saavedra
para TurAireLibre

 

Te invitamos a seguir también nuestros blogs de Buceo, Modelismo Espacial, Náutica, Paracaidismo, Parques y Museos, y Turismo.

firma digital