Cuando tenía ocho años, cayó en mis manos el libro “Cincuenta cosas que los niños pueden hacer para salvar el planeta” y algo hizo clic en mi pequeño cerebro. Desde entonces, mi familia y mis amigos saben que no pueden dejar el agua correr o tirar papeles sin un sermoncito del tipo “¿sabías que una bolsa de plástico tarda hasta 1000 años en biodegradarse?”. ¿Insoportable? Tal vez.
Por suerte, logré sacar provecho de esta conciencia molesta en el plano profesional. Estudié Comunicación Social en la UBA, hice una maestría en la Universidad Austral y, luego de un par de años dando vuelta sobre la publicidad y el marketing, descubrí el sector de la Responsabilidad Social Empresaria y la sustentabilidad. Hoy, me dedico a la consultoría en comunicación y sustentabilidad, dos disciplinas que están íntimamente ligadas. Junto a mi socia, en 2010 fundamos done!, una consultora desde la que trabajamos con empresas y organizaciones en la planificación de sus estrategias y campañas de RSE y sustentabilidad.