Pan y chocolate

#PorQuéParís

Este es un post para gourmets o, más bien, golosos. No voy a repasar la gastronomía francesa –esa será otra nota- sino mencionar algunos gustos que uno se puede dar, mientras pasea por París (ver cómo recorrer la ciudad en un día), haciendo simplemente un alto en un quiosco (café tabac), en una panadería (boulangerie), en un bar o en puestos callejeros; y otras cosas ricas que se pueden comprar en el supermercado o chez l’arabe (equivalente a nuestros almacenes “chinos”). Que lo disfruten.

Pain au chocolat

Hoy se venden en la panadería, pero originalmente esta tradicional merienda infantil (pan y chocolate) era ni más ni menos eso: un pedazo de pan blanco (baguette) que se abría al medio y se colocaba una barrita de chocolate, por lo general negro, de taza. Era lo que todos los niños franceses llevaban a la escuela para cortar el hambre de la media mañana o de la tarde. Hoy, el pain au chocolat se compra en la panadería y es una masa de hojaldre con la barrita de chocolate fundida en su interior. Exquisito y, si se come caliente, mejor aún.

 

Eclair au chocolat (ou au café)

Y ya que estamos en la panadería, aprovechemos para probar el éclair au chocolat (pronunciar ecler o shocolá), mi favorito. Es masa de bomba con forma alargada, rellena con una crema de chocolate y, por si no bastara, recubierta también con chocolate. Imperdible. Existe en versión café, pero definitivamente me quedo con la primera.

Croissant

O sea, la medialuna. Es diferente a la nuestra, más hojaldrada, más mantecosa. Los franceses son fans de la manteca. Son grandes. Con una basta, diría yo. A probar sí o sí, con el café au lait (café o lé).

Baguette

Por supuesto que hay que probar este pan, con manteca, con mermelada, en sándwich o sencillamente solo, es riquísimo y de consumo diario: comerlo enseguida, la baguette se seca y endurece rápido. Es un pan para comer bien fresquito, por eso la ida a la panadería es un ritual diario de los franceses, y a veces mañana y tarde. Se puede comprar media baguette o una minibaguette por si lo otro es demasiado. De paso, es más fácil de transportar porque, como se sabe, la característica de este pan es su longitud que puede traernos problemas. Otra es pedirle a la panadera que la corte. Y, acorde con los tiempos, también hay baguette en versión integral.

Rocher Suchard

Esta golosina es mi debilidad. Cuando vean un cartel vertical que diga “Tabac” en un café, significa que en su interior hay un quiosco, es decir, un puesto de venta de golosinas, cigarrillos (de ahí el nombre) y tarjetas telefónicas.

En Francia no existen quioscos separados de los cafés. Allí pueden conseguir estos bocaditos de chocolate (“rocas”), en sus dos versiones: chocolate amargo (mi preferido) y chocolate de leche.

Uno solo basta para alegrarle la vida hasta al más amargo porque la densidad de cacao en sus 35 gramos es única. En su cubierta hay trocitos de avellanas y está relleno con praliné (pasta de almendras o avellanas con cacao)

Y todos los chocolates

En general cualquier tableta de chocolate es riquísima en Francia. Aunque los muy conocedores saben que el puesto número 1 en la materia en Europa lo tiene Bélgica, y el 2º Suiza (ésta última con más prensa; de hecho, Suchard es suiza), Francia no se queda atrás. Así que vayan al súper y compren chocolate. No lo lamentarán. Y nada mejor para quedar bien con los amigos al volver.

Boursin

Los quesos son una materia aparte, que requiere de más sapiencia que la mía en la materia. Los franceses se jactan de tener 365 clases diferentes de quesos o sea uno por cada día del año, así que hace falta un doctorado. Además, a nadie hay que recomendarle comer queso en Francia. Va de suyo. Acá sólo voy a mencionar una “gourmandise”, como dicen ellos, palabra que designa tanto el deseo de comer cosas ricas como la cosa rica que es objeto de nuestro deseo. Vayan pues al supermercado y compren un queso Boursin (queso untable con ajo y finas hierbas que viene en una cajita de cartón blanco) y después me cuentan. Existe una versión con pimienta negra y otra con nueces que son más seductoras a la vista, pero el Boursin común es para mí el mejor. Para comer con la baguette que compraron antes.

Croque Monsieur (y Croque Madame)

Para consumir esta delicia, hay que sentarse en un bar (café) cualquiera. Es un clásico y lo hacen en todas partes. Se trata de un sándwich que se come con cuchillo y tenedor. Son dos tajadas gruesas de pan (del tipo que aquí llamamos lactal, de sándwich) tostado, con jamón y queso en el interior y recubierto de más queso gratinado. Mmmmmm… Hay también un “Croque Madame” para feministas, que es lo mismo pero con un huevo frito arriba. Demasiado para mi gusto.

Castañas asadas

En invierno, en parques y plazas hay pequeños hornitos donde las tuestan y se puede comprar una bolsita (de papel) de castañas (marrons): para comer y, de paso, calentarse las manos.

 

Crêpes

Las incluyo porque son un clásico, pero personalmente me gustan más los panqueques locales. Encuentro la masa demasiado fina y además no hay dulce de leche… Pero bueno, hay que probar. Por favor no digan crepé, se pronuncia crep y es femenina, une crep. Como las castañas, se compran en puestos callejeros, las hacen en el momento, las rellenan con mermelada o nutella (otra vez el chocolate) y las doblan en cuatro. Para comer con la mano.

Puré de castañas

En el supermercado, compren una lata de puré de castañas (crème de marrons) y un pote de crema. Se come como postre, en compoteras, mezclando por partes iguales el puré de castañas con crema de leche. Es un sabor muy original. El puré es demasiado concentrado y fuerte para comerlo solo, por eso hay que rebajarlo con la crema (sin agregado de azúcar, desde ya).

Sandwich griego

No es francés, por supuesto, pero está tan asimilado que ya es parte del paisaje, sobre todo en el Barrio Latino. Es un almuerzo al paso. Son puestos callejeros donde la carne, atravesada con un hierro, gira y se cocina lentamente, como al spiedo. Para hacer el sándwich cortan los bordes más cocidos y agregan cebolla cruda y tomate. Un mata-hambre muy eficaz y barato.

Hasta aquí “mi” lista, que no es exhaustiva por supuesto. Cada uno podrá agregar o quitar a gusto…