¡Al Panteón, al Panteón!

#PorQuéParís

En estos días se discute en Francia quién será la próxima personalidad a ser inhumada en el Panteón. Se trata del templo republicano por excelencia, el sitio erigido “por la Patria agradecida”  a “los Grandes Hombres”, como reza la inscripción en su fachada. Una visita que vale la pena por dos razones. Reservorio de la historia y la memoria del país, es además uno de los sitios más lindos de París, por el edificio y su “circunstancia”: es decir, los inmuebles y el barrio que lo rodean. No se lo pierdan.

Panteón

La decisión final sobre en quién recaerá el honor será del Presidente de la República, aunque el Gobierno ha dispuesto consultar informalmente a la ciudadanía. Más adelante vuelvo sobre la lista de nombres en danza. Pero antes, un poco de historia.

La tradición de honrar a los muertos ilustres con grandes construcciones viene de Egipto, luego resignificada por griegos y romanos. En Francia, la construcción de este monumento fue obra de la Revolución Francesa, como parte del impulso para instituir una religión laica, con figuras a venerar en competencia con los santos católicos. La “panteonización”, dicen algunos, es una suerte de canonización laica.

pantheon2

Vista posterior del Panteón

 

El Panteón parisino fue construido en la llamada “montaña” Sainte-Geneviève, una de las elevaciones de terreno de la ciudad. Además de la simbología histórica y política, el edificio es imponente y está rodeado de otros que lo son igualmente: la Municipalidad de la comuna 5ª (Barrio Latino), el liceo Enrique IV, la facultad de Derecho y la encantadora Iglesia Saint-Étienne-du-Mont, a mi juicio, una de las más bonitas de la Ciudad Luz. Además, está conectado por la ancha calle Soufflot (llamada así en honor al arquitecto que diseñó el Panteón) con el Jardín de Luxemburgo.

eglise-saint-etienne-du-mont-paris-653

Iglesia Saint-Etienne du Mont, ubicada en el ángulo posterior izquierdo de la plaza del Panteón

Como zona para un paseo es de lo más recomendable. Sugiero partir del Luxemburgo, salir del mismo por el lado de la calle Soufflot y caminar hacia el Panteón. Una vez dada la vuelta a toda la plaza que rodea el edificio, tomar la calle a la izquierda, justamente del lado de la Iglesia Saint-Étienne, que lleva a una pequeña plazoleta frente al Politécnico. Luego, simplemente, perderse en el dédalo de callecitas del barrio Latino, que nunca defrauda.

le-pantheon-paris

Vista aérea del Panteón y la plaza y edificios que lo circundan. Detrás, hacia la izquierda, puede verse la iglesia Saint-Etienne du Mont

En cuanto al Panteón en sí, también vale una visita, por la decoración interior y, más aún, si hay interés por la historia de Francia, ya que los nombres de quienes están inhumados allí permite un recorrido por el pasado de esa Nación y brinda un panorama de las opciones de su clase política, con sus acuerdos y desacuerdos, sus coincidencias y desencuentros.

Llamativamente, entre las 71 personalidades inhumadas en el Panteón, hay únicamente dos mujeres y una sola lo está por mérito propio: Marie Curie, doble premio Nobel, de Física y de Química.

La otra, Sophie Bertholot, lo está por un motivo muy romántico: su esposo, el químico Marcellin Berthelot –a quien correspondió el honor de una “panteonización”-, murió de dolor una hora después que ella, dejando constancia de su deseo de descansar junto a su mujer.

Inside_the_Pantheon_Paris_France1Al Panteón no sólo se entra. También hubo expulsados. Fue el caso del conde de Mirabeau, en los agitados años revolucionarios, cuando poco después de su muerte (en 1791) se reveló que había estado en contacto con el rey derrocado, “traición” por la cual la Convención decidió retirar sus restos del Panteón en septiembre de 1974. Fue remplazado por otro personaje conflictivo, Marat (asesinado en la bañera por Charlotte Corday), expulsado por causas burocráticas: se decidió que debían pasar al menos 10 años de la muerte antes de que la persona recibiese tales honras.

Algunas “panteonizaciones” generaron polémica, como la de Emile Zola en 1908, resistida por los ultra nacionalistas que manifestaron el día de la ceremonia y hasta dispararon algunos tiros.

Hubo quienes rechazaron el honor en nombre de sus muertos, como sucedió hace muy poco, en 2009, cuando la familia del escritor Albert Camus, premio Nobel de Literatura, no autorizó su traslado.

albert-camus-1

El escritor Albert Camus. Sus descendientes no autorizaron el traslado de sus restos al Panteón

Louis Braille (creador del sistema de lectura para ciegos que lleva su nombre), el filósofo Condorcet, Alejandro Dumas, Pierre Curie, Victor Hugo, Jean Jaurès, André Malraux, Jean Moulin, Rousseau y Voltaire, son algunos de los huéspedes célebres del Panteón. Soufflot, su diseñador, también se reservó un lugarcito.

Otras personalidades son honradas mediante la inscripción de sus nombres en los muros interiores del Panteón: son más de mil.

Hay placas dedicadas a personajes destacados por sus ideas y su lucha, como el filósofo Henri Bergson, “cuya vida y obra honraron a Francia”; o Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito, “desaparecido durante una misión de reconocimiento (aéreo) el 31 de julio de 1944”.

saint exupery

El escritor y piloto de guerra Antoine de Saint-Exupéry

Otras placas son para héroes de la Resistencia, como el general Delestraint, jefe del ejército secreto creado en 1942, asesinado por la Gestapo. O para los mártires de las revoluciones de 1830 y 1848.

Las únicas condiciones formales para que una persona sea inhumada allí son que tenga nacionalidad francesa, por cuna o por adopción, y que sus restos estén “disponibles”. Pero el principal criterio es, lógicamente, que se trate de una personalidad excepcional cuya vida y obra hayan dejado huella en la Historia y puedan servir de ejemplo.

No existe un reglamento para la “panteonización” por lo que la decisión queda al arbitrio del jefe de Estado. Para muchos presidentes, trasladar los restos de un conciudadano ilustre al Panteón es una forma de dejar para la posteridad la marca de su gobierno. El general Charles De Gaulle –aunque él mismo prefirió ser sepultado junto a su hija Anne en su pueblo natal, Colombey-les-deux-Eglises- eligió por ejemplo inhumar en el Panteón con todos los honores del caso a Jean Moulin, su hombre en tiempos de la Resistencia contra la ocupación nazi, el artífice en el terreno de la unidad de los diferentes grupos en torno a la jefatura de fundador de la Vª República. (Sobre Jean Moulin, ver El Ejército de las sombras).

de gaulle y malraux en traslado cenizas

El presidente Charles De Gaulle en la ceremonia de inhumación de los restos de Jean Moulin en el Panteón. Ultimo a la izquierda, su ministro de Cultura, el escritor André Malraux, más tarde “panteonizado” a su vez

El actual presidente, François Hollande, que en buena medida debe su llegada al Eliseo a la caída en desgracia –intencional- de su correligionario Dominique Strauss-Kahn, se propone llevar a una nueva personalidad al Panteón. Para ello, encargó a Philippe Bélaval, presidente del Centro de Monumentos Nacionales, la realización una consulta a la ciudadanía francesa, que no es una encuesta exhaustiva ni será vinculante.

En total, la gente ha sugerido cerca de 1200 personalidades. Bélaval presentará su informe a Hollande el 9 de octubre.

Entre los nombres que están en lista de espera se encuentra Pierre Mendès France, militante y pensador socialista, fallecido en 1982; el abad Charles-Michel de L’Épée (1712-1789), quien ya tiene su calle (rue de l’Abbé de l’Epée) por haber puesto a punto el lenguaje de sordos; el compositor Hector Berlioz ((1803-1869); el pintor impresionista Claude Monet; Marc Bloch, historiador y resistente, y tantos más.

Claude-Monet-WC-9411771-2-402

Autorretrato de Claude Monet

La revista de historia Herodote lanzó una consulta a sus lectores proponiendo una lista de nombres entre los que figuraban:

Geneviève Anthonioz-de Gaulle, nieta del gran general, miembro de la Resistencia, sobreviviente de un campo de concentración, dedicó el resto de su vida al servicio social.

La escritora Simone de Beauvoir, eterna compañera de Jean-Paul Sartre.

El ya citado Marc Bloch (La sociedad feudal), un hombre que revolucionó el enfoque de la historia, pero también un militante. A los 58 años, tras poner a salvo a su familia, se unió a la Resistencia. Fue fusilado por los nazis el 16 de junio de 1944.

Marc Bloch

El historiador Marc Bloch

La escritora Colette (Sidonie-Gabrielle Colette), una pionera de la literatura –y de la vida- emancipada.

El actor cómico Coluche (Michel Colucci), creador de los Restaurantes del Corazón (Les Restos du Coeur, es decir, comedores populares. Adorado por los franceses y muerto prematuramente en un accidente, su fama póstuma no cesa de crecer.

Jacques-Yves Cousteau (1910-1997), oficial de la Marina y especialista de la exploración submarina, conocido entre nosotros por sus documentales y sobre todo por el doblaje con acento francés… Saltó a la fama gracias a un film que un entonces todavía ignoto cineasta, Louis Malle, hizo sobre él: El mundo del silencio (Palma de Oro en Cannes, 1956)

Denis Diderot (1713-1784), filósofo iluminista, uno de los autores de la Enciclopedia.

 Olympe de Gouges (1748 -1793), autora de una Declaración de los Derechos de la Mujer que le costó la cabeza (literalmente, fue guillotinada en 1793). Dejó una frase memorable: “La mujer tiene derecho a subir al cadalso, debe tener igualmente el derecho de subir a la tribuna”. Una placa la recuerda, en el frente de la casa donde vivió, en la hermosa calle Servandoni, cerca del Luxemburgo (vayan y vean, es un lugar espectacular).

Olympe-de-Gouges

placa olympe de gouges

Stéphane Hessel (1917-2013), resistente, diplomático y ensayista que conoció la fama por su libro Indígnese (o Indignaos), un folleto de 30 páginas de éxito fulgurante, en plena crisis de 2008. Un detalle para cinéfilos: su madre inspiró al personaje femenino del film de François Truffaut : Jules et Jim (1962), una mujer tironeada por el amor a dos hombres.

Claude Lévi-Strauss, muy conocido en nuestras facultades, escritor y antropólogo de nota, autor, entre otros, de Tristes Trópicos.

George Sand (1804 1876, Amantine Aurore Lucile Dupin), la escritora que adoptó un seudónimo masculino y fue amante de artistas notables como Federico Chopin y Alfred de Musset.

george sand musset

Robert Schuman (1886-1963), el ministro de Relaciones Exteriores francés que tuvo un rol clave en el lanzamiento de la CECA (Comunidad Económica del Acero y del Carbón), primer paso hacia la construcción de la Unión Europea.     

Alexis de Tocqueville, el ensayista y teorizador de la democracia moderna.

Simone Weil  (1909 – 1943), filósofa judía, convertida en secreto al cristianismo, empeñada en compartir la suerte de los obreros, se imponía una vida de trabajo arduo. Intuyó tempranamente el peligro nazi, se enroló en Inglaterra en la Resistencia, pero murió de tuberculosis y agotamiento a los 34 años.

Las preferencias de los lectores fueron para Olympe de Gouges en primer lugar, Diderot en segundo, y el tercer puesto estuvo compartido entre Simone Weil y la sobrina de De Gaulle, lo que habla a las claras de una preferencia por mujeres.

rue servandoni

La calle Servandoni, donde vivió Olympe de Gouges

Por otra parte, considerando la inclinación hacia lo “políticamente correcto” del actual Presidente, es más que probable que desee dar una pátina de progresismo a una gestión bastante deslucida y complicada además en opciones intervencionistas en política exterior que difícilmente gocen de la aprobación de los franceses, llevando a una segunda mujer al Panteón.

En 1995, fue otro presidente socialista, François Mitterrand, quien dispuso el traslado de los restos de Marie y Pierre Curie al Panteón.