El Papa “desatanudos”

#ProfetaEnSuTierra

Oriente Medio es un lazo apretado que más parece ajustarse cuánto más se nos dice que se intenta desatarlo. Como si tiraran del cabo equivocado o, lo que es peor…no.

Es un nudo viejo que ha sido testigo del nacimiento del Antiguo Testamento y vio escribirse los Evangelios y el Corán.

Es un nudo estratégico y su predicamento ha puesto a  continentes enteros en cuestión.

Es un nudo complejo desde la antigüedad, cruzando la Edad Media, pasando por la Guerra Fría hasta flotar en el petrolero que fue capaz de poner en un puño a la economía mundial.

Es un nudo milenario. Difícil. Atormentado.

Motivo de alta espiritualidad para las tres grandes religiones monoteístas, es al mismo tiempo un centro de crueldades y miserias.

Tierra Santa o campo de batalla, todo intento por solucionar el problema de Oriente Medio ha terminado en conflicto.

Y aquí aparece Francisco.

 

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Apenas iniciado su pontificado, S.S. no dudó un instante en meterse de lleno en el conflicto de Siria y Egipto.

Fue al fondo de la cuestión. Con astuta diplomacia pero sin medias tintas, denunció  las causas de la violencia y acusó a una cultura que ha desvirtuado al hombre, que ha hecho culto de la mundanidad expresada en el afán por el poder para servirse de él, sin servir al otro.

Para semejante profundidad, la historia es coyuntura.

No fueron declamaciones de voluntarismo. Fueron inteligentes “denuncias” con nombre y apellido, poniendo en evidencia el verdadero problema.

No en vano el principio de solución apareció finalmente desde los nombres “apelados” por Francisco.

Pero no se queda en eso sino que sigue marcando el modo: recibiendo a representantes de las diversas religiones de Irak y ya planificando un viaje a Tierra Santa invitado por el Patriarca Bartolomé I y en la segura compañía de su amigo el rabino Skorka.

Francisco le pone la carne a su discurso.

Será que S.S. piensa la política internacional desde la altura de su fe. Porque no es ajeno a los entramados del poder y tampoco hace de su púlpito un altar de la ingenuidad.

Por el contrario, señala con crudeza y sin ambigüedades que la ambición y el odio son las fuerzas que atenazan el nudo de Medio Oriente.

Creo que estamos frente a un Papa que se ha decidido a ser el líder que el mundo suplica. Un ejemplo de sagacidad y humanismo para los políticos.

Nuestra tierra Argentina, sin los estragos sensacionales de Oriente Medio, sufre una catástrofe sorda y muda, un goteo de desgracias que nos va desintegrando como sociedad y no puedo distinguir con claridad si los dirigentes han comprendido que la solución para otro lado, nunca por la disputa.

Aspiro a que de alguna forma, el próximo liderazgo nacional sea de contenido humano y no personal.

Esta semana Siria ha destruido sus medios de producción de armas químicas y mientras eso es posible en el nudo milenario, aquí parecemos empantanarnos en rencillas sin sustancia, en discusiones de poder y seguimos dejando de lado el alto sentido de la política.

En Oriente Medio alguien ha tirado del cabo correcto y el lazo parece aflojarse.