El Chirimbolito de la Galaxia

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PROYECTO PIBE LECTOR es un blog de FICCIÓN. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

27.  El Chirimbolito de la Galaxia

Conversación entre dos señoras gordas, blondas a la fuerza, cargadas de bijou, años y  perfume a jabón Heno de Pravia. Viajan sentadas en el primer asiento de un colectivo. Las oigo a pesar de la música que brota de mis auriculares, así que decido escuchar desfachatadamente y me los quito: 

 _ Llevamos veinte minutos acá y no parás con el chirimbolito ese…

_ No te quejes, Beba, que estoy juntando la mejor data. Y no es un chirimbolito, es un Samsung de la Galaxia, o algo así, lo último, regalo del Día de la Madre.

_ Mirá vos, de la Galaxia y de los ocho cuartos, me aburro como una ostra, pasame la data por lo menos…

_ ¡No me digas que no te enteraste de lo que le pasó a la hija de Marisa! ¡Estoy chateando con ella por face y no se puede creer!

_  Buena mandarina, ésa. ¿Qué hizo?

_ Tuvo un caso de inseguridad.

_ ¡No te digo! ¿Atacó a alguien? Siempre me pareció peligrosa esa chica, si tiene más espalda que Rubén Peucelle, que en paz descanse …

Toulouse-Lautrec " Miss Dolly"

Toulouse-Lautrec ” Miss Dolly”

_ No, Beba, no, fue ella la víctima del caso…

_  Obvio, eso le iba a pasar cualquier día, ¿no viste cómo anda vestida, la mosquita muerta?

_ No sé, siempre la veo pasar con el uniforme de la salita donde  trabaja… Usa esa ropa de médico que es parecida a una bata. ¿Vos cómo la viste?

_ Yo hace como diez años que no la veo, pero no hace falta porque las chicas del club me mantienen al tanto de todo. No sé cómo hacen, pero siempre tienen la mejor data. ¿Me estás hablando de la que es morochita, parecidita a un mono tití? Seguro que usa la bata ajustada. Hoy las chicas jovencitas andan con la ropa interior toda marcada para provocar… ¿Y a qué hora fue el caso?

_ Iba a las 5:30 a tomar el colectivo, para ir a la salita. Me dice Marisa que está haciendo las prácticas de la Facultad, que le falta poco para recibirse y trabaja, pero no cobra plata. Y ahí, en la parada, tuvo el caso cuando se le apareció un tipo.

_ ¡5:30! ¡Pero si es de noche todavía! Las mujeres decentes no deberían andar a esas horas por la calle, ¡dan lugar a malentendidos! Todo el mundo sabe que los hombres salen de los bares y ¿qué van a pensar si la ven a una? ¿eh? ¡Que UNA, es una cualquiera! Yo siempre dije que Marisa no sabe cómo criar a una chica como Dios manda, no es culpa de ella que le haya salido tan fea sino de la familia del marido… Además, es un horror que trabaje gratis. No está escuchando ahora por el chirimbolito, ¿no?

_ Pero no, Beba, el chat es sin audio si no querés… Es por la Facultad…

_ Menos mal. No, digo que es un horror, porque si todo el mundo trabajara gratis, ¿qué sería de los que trabajamos por sueldo? ¿eh? ¡Seríamos comunistas! Igualita a la madre, salió esa chica, bien que a Marisa le gustaban los bares en sus años mozos, y nadie puede negar que le gustaba lo hippie. ¿Tampoco nos puede ver por el chirimbolito de la galaxia?

_ Era un miércoles, qué bares decís, si por la casa de Marisa es puro campo y vacas… No, no se ve, si no puse la camarita, Beba… pero pará que me fijo por las dudas.

_ Peor, entonces, le pasó por andar con los hombres campesinos: andaban necesitados de diversión y la vieron en batita ajustada con la ropa interior de hilo dental y seguro se le tiraron encima a pesar de la espalda del Ancho de Titanes en el Ring y el Planeta de los Simios.

_¿Vos estás bien de la cabeza, Beba? Pará un poquito con la perolata, estás hablando de cosas que no pasaron: la nena estaba ahí, yendo a hacer las prácticas, hacía un frío de morirse y creo que hasta un poncho se había puesto, acá se ve una foto. Me dice Marisa que en la parada del colectivo se le apareció un tipo solo, no varios, UNO, ¿entendés?

_ Con intenciones non sanctas.

_ Al parecer quería robarle la mochila, pero nunca se sabe. La chica es cinturón negro de judo. ¿Te acordás que cuando era chiquita Marisa nos invitaba a las entregas de las medallas? Una agrandada, siempre le gustó ostentar. Cuando la hija se reciba de médica no la va a a aguantar nadie. Le dio una biaba al tipo que no va a olvidar fácilmente. Recién me pasó el parte médico: Le fracturó la mandíbula, un brazo, la tibia y el peroné. Y le dio tantas patadas en el quetejedi que supongo que se le van a ir las ganas de hacerse el machito por muchos años.

_ Yo siempre dije que Marisa crió a esa chica como a una marimacho. Judo, medicina… todas cosas que no corresponden a las señoritas. ¿Vos viste cómo anda vestida?

_ Sí, la verdad es que la bata de médica no la favorece … parece una bolsa de papas. Y lo de la espalda ancha … a qué negarlo, tampoco es muy femenino que digamos.

_ Habrase visto, a las patadas en la calle… ¿habrá hecho el juramento Hipocrático ya? Si lo hizo y anda lastimando a la pobre gente, es una vergüenza eso también, una vergüenza… Preguntale, dale, a ver si lo hizo. Habría que denunciar a la gente así. Ésa no consigue un novio ni que se cumpla lo del roto para el descosido, pobre Marisa, que espere sentada que le lleguen los nietos…

_ ¡Cuánta razón tenés!  El mundo está patas arriba, Beba, cuánta violencia, no sé a dónde vamos a ir a parar.

_ Acá, si ésta es nuestra parada…

_ Vos siempre tan ocurrente, amiga. (Ríen las dos) Qué sería de mí sin tu buen humor y tu chispa. Bajemos, dale, tocá timbre.

_ Dorame la píldora, dale. Bien que me dejás sola cuando te ponés con tu novio el chirimbolito … (Se pone de pie y toca el timbre) Tendríamos que ir a visitarla, a Marisa. Digo, por lo que le pasó a la nena, para no quedar mal. Imaginate cómo nos sacarían el cuero si se enteran en el club de que supimos lo del caso de inseguridad y no fuimos ni siquiera a cebarle unos mates…

_ Cuando tenés razón, tenés razón, Beba. Las chicas del club son terribles cuando le dan a la lengua, si yo digo que si se muerde una cae envenenada en el momento… Pura maledicencia. Hay que andar con cuatro ojos con la gente…

_ ¡Y cuatro oídos, Beba! Dale, bajá. Vamos hoy, así nos enteramos de los detalles y tenemos algo para contar a esa manga de chismosas…Qué data ni qué lata… Ahora que el chirimbolito de la Galaxia nos da la data no pueden competir.  (El colectivo se detiene. Baja en primer lugar, Beba. Cuando está por bajar la segunda señora, el colectivo parece moverse levemente. Las mujeres gritan, dirigiéndose al colectivero) ¡Pare!, ¡Espere, chofer! ¿No ve que baja una señora mayor? ¿No tiene madre?  

_ ¡No hay respeto, no hay consideración!¡La juventud está perdida!

(Beba, ya en la vereda,  toma de la manga a su amiga, tironea, y finalmente quedan las dos en la calle. La puerta del colectivo se cierra y arranca, mientras las dos señoras se toman del brazo y continúan su sabroso diálogo, perdiéndose entre la multitud. Decepcionada, me vuelvo a colocar los auriculares y sigo pensando en mis cosas.) 

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