Entre la autonomía y la dependencia

#Psico+40

Si pudiéramos elegir, seguramente preferiríamos vivir con autonomía hasta el último día de nuestras vidas.

A que llamamos autonomía? A la capacidad de controlar, afrontar y tomar decisiones personales, acerca de cómo vivir al día de acuerdo con las normas y preferencias propias.

La autonomía ES LA CAPACIDAD DE ELEGIR Y TOMAR DECISIONES PARA Y POR SÍ MISMO.

La autonomía es un valor en nuestra sociedad occidental,otras sociedades no exigen que las personas mayores sean autónomas.

Sostener la autonomía no es tan sencillo, con el paso de los  años se suman algunas dificultades y muchas personas mayores tienden a delegar tareas. Cuando delegas en los otros, muchas veces perdés el control o los “otros” creen que tienen derecho a meterse donde nadie les llama…me entendés de que hablamos no?

La autonomía es un valor de los últimos 50 años, antes era habitual que las personas mayores fueran dependientes económica, afectiva y socialmente de sus familias…o no?

Primero veamos a que llamamos dependencia: Es un estado en que las personas, debido a la falta o pérdida de autonomía física o psicológica necesitan algún tipo de ayuda y asistencia para desarrollar sus actividades diarias.

Un ejemplo sencillo: supongamos que nos fracturamos el brazo derecho, que este brazo es nuestro brazo dominante, hacemos todo con él: lavarnos los dientes, peinarnos, bañarnos , maquillarnos, hacernos un café…en fin …vamos a tener que estar con ese brazo inmovilizado y podríamos necesitar ayuda para esas actividades sencillas y diarias: bañarnos, hacernos de comer, hacer compras, usar la compu…

Las personas tienen tiempos distintos para recuperarse, la recuperación total suele tomar hasta tres o cuatro meses. Esto que estamos contando puede pasarle tanto a una persona de 30 como a una de 80 años.

Aquí lo importante no es la edad cronológica, sino que una persona fracturada, en rehabilitación, va a tener ciertos niveles de dependencia por un problema físico transitorio, pero a su vez va seguir siendo una persona autónoma: va a seguir tomando sus decisiones.

El poder seguir sosteniendo autonomía y ser lo menos dependiente posible es un desafío para las personas a partir de los 50 años.

Te quiero recordar y resaltar que estos son valores actuales.

La mayoría de nosotros nos hemos ocupado de cuidar, asistir, ayudar a alguna persona mayor de nuestra familia. Cuando éramos chicos nos educaron con la obligación y responsabilidad acerca de nuestros padres, abuelos o familiares mayores.

Era habitual que colaboráramos con nuestros padres, no se nos preguntaba si queríamos o no, si preferíamos hacer otra cosa, tenía que ver con que éramos educados en la solidaridad familiar. Quizás nos ha pesado tanto las obligaciones que hemos tenido, que nos fuimos a la otra orilla, entonces para que ellos ” no pasen lo que nosotros pasamos”, educamos a nuestros hijos en posiciones muy egoístas. Parecería que a  las nuevas generaciones sólo les cabe recibir y no tienden puentes de solidaridad con sus padres y abuelos.

Es por ello que los mayores saben que es mejor ser autónomo el máximo tiempo posible y que no hay muchas otras posibilidades más que sostenerse en la autonomía. Es frecuente escuchar: ” yo trato de no darles trabajo”   porque cuando necesitan ayuda, presencia, compañía emocional …no encuentran muchas respuestas solidarias…hoy frente a las demandas de los mayores solemos escuchar: – ” nuestros operadores se encuentran ocupados…por favor intente más tarde”…

Y sí… todos estamos ocupados pero de vez en cuando como dice mi querida colega Elizabeth Budman deberíamos hacer un ejercicio muy sencillo:

-”dejar de mirarse el ombligo, que además genera mucha contractura cervical, para levantar la cabeza y mirar el mundo que nos rodea”…

Cuántos de estos ejercicios deberíamos realizar por día para estar “en forma”? … empecemos de a poco, yo propongo una rutina que empiece por una  serie de  6 repeticiones diarias , una vez que te acostumbrás a ver al otro, podes ir incrementando la serie y las repeticiones.

Si sos de aquellos que están muy pendientes del otro , se miran y se ocupan poco de sí mismos  el ejercicio es a la inversa…bajo la vista me miro el ombligo y cuidado con las cervicales.

Siempre la cuestión es encontrar el justo equilibrio.