Cosas que las personas exitosas hacen de modo diferente

#TengoUnaIdea

Llegó el verano. La gente se va de vacaciones y no puede escribir el blog. En mi caso, me quedé, pero como hay otras personas que se fueron de vacaciones, me tengo que quedar trabajando por ellos y tampoco puedo escribir el blog. Así que sabés que hice? Busqué este artículo de Marina Corbata que me gustó y te lo dejo para que lo disfrutes. En la playa, en las sierras o en la ciudad.

Alguna vez te lo habrás preguntado: ¿Por qué fuiste exitoso para alcanzar algunas de tus metas pero fracasaste estrepitosamente en el intento de lograr otras? Si no estás seguro del motivo, no te preocupes. Dicen los expertos que incluso las mentes más avispadas son bastante escépticas a la hora de entender el motivo real que los lleva al éxito.

La psicóloga motivacional Heidi Grant Halvorson concluye en que las personas exitosas no cumplen sus objetivos por quiénes son, sino por lo que hacen. En “9 Things Succesful People Do Differently”, una publicación del Harvard Business Review que se volvió uno de los libros más leídos entre los emprendedores ávidos por alcanzar sus metas, Halvorson comparte los nueve pasos que “los más exitosos” respetan a la hora de plantear sus objetivos.

 

Exito-Fracaso

#1 Sé específico.

Cuando fijes una meta, tratá de ser lo más específico posible. “Bajar 4 kg” no es lo mismo que “perder algunos kilos”. Saber exactamente lo que querés lograr te da una idea clara de la línea de llegada y te mantiene motivado hasta el final. Además, elimina la posibilidad de que te conformes con menos o que te auto-convenzas de que lo que hiciste ya es suficiente.

#2 Aprovechá el “momento justo” para actuar sobre tus objetivos.

Vivimos a mil, haciendo malabares entre un sinfín de objetivos que queremos cumplir en simultáneo. Muchas metas no se concretan porque se nos pasan por alto sin que nos demos cuenta. Para lidiar con las distracciones, Halvorson propone la estrategia del “si-entonces”: si no salgo a correr, entonces no voy al cine. Esto mejora tus hábitos de gestión de tiempo.

#3 Sabé exactamente cuánto te falta para alcanzar la línea de llegada.

Coronar un logro requiere un control honesto del progreso del mismo. Y si esto no lo hacen otros, lo tenés que hacer vos mismo. Revisá tu progreso con frecuencia, semanal o incluso diariamente. Cuando tu cerebro detecta una discrepancia entre donde estás y donde deberías estar, reacciona aportando más atención y esfuerzo extra.

#4 Sé realísticamente optimista.

Está bueno ser positivo, pero pensar que las cosas saldrán sin esfuerzo aumenta tus chances de fracasar. Halvorson distingue entre los optimistas realistas y los irrealistas. Mientras los primeros creen que el éxito llega a través de la persistencia, los segundos creen que el universo los premiará por “pensar en positivo”. No visualices el éxito, visualizá el camino a transitar para alcanzarlo.

#5 Concentrate en ‘mejorar’ más que en ‘ser el mejor’.

Solemos creer que nuestras aptitudes “vienen dadas” y que nos costará modificarlas. Cuando encaramos algo nuevo, nos estresa ser concientes de que las chances de equivocarnos aumentan. Hay que encarar los desafíos aceptando los contratiempos que pueden surgir. Pensar en términos de progreso en lugar de buscar la perfección es la clave para apreciar tanto el viaje como el destino final.

#6 Sé determinado.

La determinación te compromete con una meta a largo plazo y te permite resistir aunque estés cansado o aburrido. Cuando algo sale mal, nos rendimos rápido y le echamos la culpa a nuestra falta de capacidad. Hay que poner el foco en factores más controlables: esfuerzo insuficiente, mala planificación, estrategia equivocada. A mayor dificultad, más esfuerzo y determinación.

#7 Ejercitá el músculo de la fuerza de voluntad.

El músculo del autocontrol, al igual que tus otros músculos, se debilita cuando no se ejercita. Pero si lo entrenás con regularidad, responderá como debe. La mayoría de los objetivos tienen algo en común: hay que resistir la tentación de desistir. Para trabajar en tu fuerza de voluntad, asumí un reto que te demande algo que preferirías no hacer. Ejemplo: salir a correr día por medio. Cuando vengan las ganas de rendirte, encaralas y echalas.

#8 No tientes a la suerte.

Por más que ejercites a fondo tu fuerza de voluntad, acordate que es limitada y que, si la exigís demasiado, te puede traicionar. No asumas dos objetivos desafiantes a la vez, por ejemplo, dejar fumar y hacer dieta, porque es probable que falles en ambos. Aunque te tengas no te expongas a situaciones donde las tentaciones abundan.

#9 Focalizate en lo que vas a hacer, no en lo que NO vas a hacer.

No inviertas energía pensando en lo que tenés que erradicar de tu rutina. Pensá cómo reemplazar tus malos hábitos por otros positivos. Cuanto más intentes evitar un pensamiento, más activo estará en tu mente. Concentrate en lo que tenés que lograr.

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