Los impactos del cambio climático en comunidades indígenas

#PulsoAmbiental

IMG_3197 En el marco de la COP 20 de Cambio Climático que se desarrolla en Lima (Perú), entrevistamos a Tarcila Rivera Zea, perteneciente a la comunidad quechua de Ayacucho y Presidenta del Consejo Directivo del Centro de Culturas Indígenas de Perú, quien nos comentó sobre los impactos que ya sufren los pueblos indígenas como consecuencia del cambio climático.

¿Los pueblos originarios son escuchados para tomar medidas en relación al Cambio Climático?

Todavía no somos escuchados por los que deciden las políticas nacionales y globales. El momento en que seamos escuchados tomarán en cuenta nuestras opiniones y conocimientos para resolver algunos problemas que nos afectan a nosotros y al mundo general.

Las políticas de nuestros países, las políticas de mitigación y adaptación del cambio climático y los derechos de las personas (seamos indígenas o no) tendrían que estar relacionados, articulados e integrados para que el desarrollo económico no dañe la vida y el ambiente. Tenemos que tomar conciencia del daño que ocasiona, por ejemplo, la explotación indiscriminada de los recursos naturales no renovables.

En ese sentido, nos gustaría que nos escuchen, no solo ponernos ante las cámaras bailando, sonriendo o tomándonos fotos por los colores de nuestra ropa o nuestros rostros exóticos, tal como nos quieren representar en los medios. Existen espacios en los que nos escuchan, pero en otros no tenemos participación. Tenemos mucha expectativa en lo que va a quedar en el documento final de la Cumbre.

¿Qué impactos han observado en sus comunidades que se asocien con el cambio climático?

El problema más grave se da en la región de los Andes con los climas extremos: demasiada lluvia o demasiado frío. Esto repercute en el cultivo porque todo se “trastoca”, y que repercuta en los cultivos se asocia con la pérdida de semillas y alimentos.

En la región amazónica pasa lo mismo. Por ejemplo el testimonio de una mujer que vive en dicha zona me comentaba que si bien son de clima tropical, no están preparados para soportar 40/50 grados de calor. Allí se produce naranja, y les ha sucedido que cuando van a cosechar la naranja (que es parte de su sustento), se dan cuenta que la naranja está deshidratada. ¿Cómo puede ser que el fruto se seca en el árbol?

Si no supiéramos que existe el impacto del cambio climático y que todo está cambiando, nunca hubiéramos sabido que esa naranja se deshidrató por los 50 grados de calor. Antes se manejaba de manera diferente porque en esa época la temperatura no superaba los 30 grados y maduraba en el mismo árbol.

El impacto se ve en la vida cotidiana, principalmente en el tema del agua que usamos para tomar y regar. Mi pueblo se encuentra a 2700 metros de altura, pero tenemos otras comunidades a más de 3000 metros y el agua se filtra hacia abajo. Nosotros amamos y cuidamos el agua, por eso estamos en contra de las explotaciones mineras en zonas altas ya que nos quitarían el agua limpia, que no solo es para nosotros, sino también para los animales y el riego de las chacras. Todo repercute en la producción de alimentos.

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¿Qué medidas tomaron para adaptarse al cambio climático en las comunidades?

En nuestro caso tuvimos que formar comunicadores indígenas que hablen el idioma propio de cada comunidad, por eso hacemos talleres para “decodificar” los contenidos y explicarles cómo actualmente el impacto de la contaminación masiva del medio ambiente está cambiando todo el clima.

Ahora tenemos que tomar otras previsiones porque nuestros conocimientos en relación al cambio del tiempo, al ciclo de vida a lo largo del año está basado en un conocimiento tradicional de ver las estrellas, la luna, la aparición de los animales, cuándo debe empezar la primera lluvia o mover la tierra para sembrar. Pero ahora con este cambio extremo ya no se puede prever nada.

Por ejemplo en una comunidad se produjo una invasión de ratas después de la cosecha y no sabíamos por qué. Las ratas se comen el maíz y los granos, y cuando compartieron la información se dieron cuenta que las ratas aparecieron porque el cambio de clima hizo que no aparecieran las víboras. Normalmente en esa temporada le “tocaba aparecer” a las víboras, que se comen a las ratas. Pero ahora como el clima no les favorece no aparecen las víboras.

Otro testimonio de una persona que cría camélidos (llama y alpaca) a más de 4000 metros nos comentó que pierden muchos animales pequeños por los extremos fríos. Ellos están acostumbrados a tener el frío de temporada, pero ahora viene una nieve de 50 centímetros, entonces, ¿qué pasto va a comer el pobre animal si está bajo la nieve? Los niños no pueden ir a la escuela porque no tienen la ropa para resistir ese frío. En el sur de Perú (en la Puna) cada año tenemos noticias de alpacas bebes y niños que mueren por enfermedades respiratorias. ¿Dónde está la respuesta para ello?