Por: Luciana Paulise
Argentina siempre se caracterizó por exportar carne, soja y otras materias primas, pero pocos productos terminados. El Noble se animó a trabajar con calidad para exportar valor agregado y mejorar el posicionamiento de nuestro país en el mundo.
El Noble es hoy una reconocida pyme argentina con más de 200 empleados, que empezó vendiendo empanadas localmente, y hoy exporta productos congelados con marca EL NOBLE para supermercados en países como Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Colombia, México y Estados Unidos, y hasta en la Unión Europea. Mariano Castagnaro, su gerente general, empezó a trabajar allí en 2010 cuando se vendió la marca el Noble Repulgue. Cambiaron el logo, el nombre, las materias primas, ampliaron la variedad de productos y mejoraron la eficiencia de la producción, demostrando que toda crisis puede generar oportunidades.
Cómo crecieron
Para analizar el crecimiento potencial de una PYME generalmente utilizo como guía la matriz que de Ansoff, que permite identificar como la empresa quiere crecer, si penetrando en el mercado actual (venderle al más personas el mismo producto en el mismo mercado), desarrollando nuevos productos, nuevos mercados, o ambos (diversificación).
En el caso del Noble, se decidieron por diversificar. Ampliaron sus productos de empanadas a tartas, pizzetas rellenas y pan de queso, tanto frescos como supercongelados.
Por otro lado también ampliaron su mercado ofreciendo sus productos a varios países tanto americanos como europeos.
Para poder ingresar a vender en territorio comunitario tuvieron que enfocarse en mejorar el proceso productivo, estandarizarlo para asegurar siempre el mismo nivel de calidad y demostrar trazabilidad de los lotes de producción. “Es mejor exportar empanadas que carne, porque tiene más valor agregado” comentó orgulloso Castagnaro. Actualmente son la única empresa argentina del rubro que está habilitada para exportar a la unión europea, quien les hace auditorías cada 2 años.
La empresa debe su crecimiento también al desarrollo de un modelo de negocios que incluye franquicias, espacios y puntos de venta que requieren baja inversión y son altamente rentables. Se encuentran ubicados estratégicamente en puntos turísticos, estaciones de servicio, centros de esquí, estaciones de tren, aeropuertos, confiterías, kioscos, casinos, bingos, etc. Ofrecen visibilidad y prestigio de la marca a nivel nacional, y vendiendo productos supercongelados logran mantener la calidad y la distribución a lo largo y a lo ancho de todo el país.
Para poder asegurar la calidad necesaria para elaborar estos supercongelados, El Noble implementó la metodología LEAN, que ya mencioné en notas anteriores, con la cual logró:
- Reducción de inventario en planta
- Reducción del tiempo de ciclo del proceso productivo
- Menos tiempos muertos
- Mejor calidad
- Menos probabilidad de falla
Los más interesante es que ellos se animaron a implementar Lean no sólo en el proceso productivo, sino también en el proceso administrativo y comercial, mejorando la agilidad de toda la compañía.
Mariano Castagnaro, su gerente general, en una entrevista confirmó que les llevó aproximadamente 11 meses implementar la metodología.
Cada uno de sus procesos productivos y recetas fueron revisados y documentados, con el objetivo de, según palabras del gerente general “operar sin depender del operador”.
Según su experiencia es un camino largo pero que da sus frutos ya que hace que la empresa sea más productiva y genera más barreras de entrada para otros competidores.
¿Qué tal funcionan tus procesos? ¿Qué tanto dependen del operador?
¡¡Éxitos!!
Directora y Consultora en Biztorming
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