El tributo al profeta

#MoreFyah

El reggae argentino homenajeó a Bob Marley con un concierto sinfónico en su honor.

Una voz especial. Una fisionomía inconfundible. Un mensaje convertido en canción que atravesó el mundo cual plegaria. Atributos de un joven nacido en Nine Mile, Jamaica, que logró transformarse en una figura axiomática del reggae.

Una distinguida selección de artistas nacionales decidió celebrar de un modo especial un nuevo aniversario -el número 69- del natalicio de Bob Marley. Armaron la Reggae Symphony Band y convocaron a 18 integrantes de la Sinfónica de Buenos Aires, dirigidos por Santiago Chotsourian, para materializar un concierto con versiones orquestadas de los clásicos creados por el máximo exponente de la cultura rasta.

Los integrantes del supergrupo regguero fueron “Mono” Avellaneda en batería; Germán “Papa” Alvarez en teclado; Maneco Saez más Hernán Milstein en guitarras; Guillermo Magni en bajo más Ezequiel Tuma en percusión. El condimento extra fue la rotación de cantantes: una combinación entre la nueva y la vieja escuela del reggae nacional que supo rociar con destellos autóctonos cada uno de los temas.

Bahiano explicitó su padrinazgo. Como alma mater del reggae argento, fue el primer vocalista que irrumpió en escena -adueñándose del micrófono en Three little birds- para obsequiarle el mensaje del profeta a los miles de corazones que latían en la sala. El ex cantante de Los Pericos reapareció al final del show coronar la noche con Is this love y exclamar su clásico: “uoooooiiioooooo”.

Los primeros acordes de I shot de sheriff aceleraron las pulsaciones. Pablito Molina, ex Todos tus Muertos, sumo su voz para imprimirle nuevos colores a uno de los grandes éxitos de Marley, incluido en su cuarto álbum junto a The Wailers: Burnin´.

Darío Alturria, vocalista de Kameleba, ofreció las versiones más potentes y arengó al público que degustaba atentamente la nueva sonoridad de las canciones. Exodus y Jamming fueron los temas que el vocalista puntano entonó con una combinación de respeto más muchísima personalidad.

Con su andar sereno, José Gahona -líder de Zona Ganjah- absorbió todas las miradas. A través de su magnetismo vocal, cautivó a la gente con excelentes interpretaciones de Natural mystic, Concrete jungle y Who the cap fit.

Pety de Riddim desplegó su talento en dos emblemáticos reggae lovers: Waiting in vain y One love. El cantante de la mirada cómplice y la sonrisa pícara enamoró a la multitud con sus cálidas armonías vocales.

Los hermanos Fidel y Amilcar Nadal fueron una furiosa tromba que arrasó con todo lo que se interpuso en su camino. En Get up, stand up y Iron, lion, zion, respectivamente, combinaron dancehall más raggamuffin para transformar el baile en enardecidos saltitos para acompañar el ritmo.

La velada que amalgamó a la tradición del reggae nacional con su actualidad culminó con todos los protagonistas en el escenario para cantar Could you be loved. De ese modo, los músicos argentinos seducidos por la música y el mensaje de Marley coronaron un respetuoso tributo sin precedentes, eternizado en un CD+DVD que se editará próximamente.