Riddim en La Trastienda Club: ¿Dónde estabas cuando todo comenzó?

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El grupo celebró sus 18 años de historia con una memorable actuación, poniéndole color a una noche gris en el barrio de San Telmo.

“La música es vida, te emociona y te anima; la música es vida y con mensaje una salida; la música es vida, cura todas tus heridas; la música es vida, te da más de lo que pidas”, entonó Pety en uno de los temas del último álbum de Riddim, llamado Deja que fluya. La canción permitió descubrir la premisa que motivó el festejo del grupo al cumplir 18 años en escena: Music is life.

La otra razón para celebrar fueron los mil conciertos que la banda ofreció durante su trayectoria. Con ese background, los músicos exhibieron confianza en escena, interpretaron con elegancia y precisión cada uno de los temas elegidos para la ocasión y  confirmaron su vigencia.

Apenas el telón descubrió el escenario, Fidel Nadal obsequió unas rimas improvisadas a modo de bienvenida. “Bailen, canten, tiren para arriba, no ven que la gente que está afuera delira. No pueden colar ya no hay mas entradas”, arengó al público el autor de International love.  El espíritu nyabinghi invadió el recinto para disfrutar de una excelente versión de Spear Burning. La llama encendió rápidamente y Que no sea tarde más Sigo así supieron mantenerla ardiente.

“Celebramos estar vivos y haciendo reggae, que es lo que más nos gusta”, confesó el vocalista tras la atinada combinación entre Confusión, Déjate llevar y Disturbios en la ciudad. Durante su carrera, Riddim le cantó al amor. A través de un bloque lover con temas como Inmenso, El sueño, Princesa mía y Haremos lo correcto exhibieron una faceta que exploraron en sus siete discos de estudio.

La sonoridad adquirió un tinte primitivo, genuino. La banda potenció su apariencia visceral  y tocaron Jungla más Como elefantes guiados por su instinto animal. Puedo esperarte fue el hit que colaboró con Pety y su troupe para expandir su mensaje. Sin repetirse ni renegar de la masividad obtenida tras años de laboriosa tenacidad, el grupo elaboró un perspicaz desarrollo de su capacidad para crear crossovers con Tu amor, Hey bredda o Tan presente.

El recuerdo de Bob Marley con Keep on moving, la punzante lírica de La máscara, el cadencioso júbilo desatado por La respuesta más la versatilidad rítmica propuesta por Dj, Dj colorearon con diferentes tonalidades el final del concierto.

Palabra, sonido y poder fueron las distintas gamas que Riddim mezcló al pintar una obra valorizada al detectar su antigüedad, distinguida por su sonoridad y popularizada como consecuencia de su actualidad.